Seguridad: El Frente de Todos y una especulación que es torpeza

RedacciónEl peronismo local sigue insistiendo en manipular la verdad mientras se niega a resolver los problemas de la gente y las cuestiones de fondo.¿Es qué no se aprende la lección?

“Necesitamos un Estado municipal presente con políticas de seguridad; se tiene que terminar la costumbre de que a cada problema respondemos pidiendo fuerzas de seguridad de afuera”, manifestó el edil del Frente de Todos Roberto Páez, un dirigente experto y con una probada trayectoria política y sindical, convertido así en el vocero del sector político que integra.

Claro que en su afirmación el dirigente gremial de los casineros olvida dos detalles para nada menores: que en los municipios del conurbano gobernados por su partido se diseminan 6.800 efectivos de esas «fuerzas de afuera» y que la siempre demorada discusión acerca de la coparticipación que correspondería por derecho propio a General Pueyrredón limita cualquier movimiento propio, inclusive lo que tiene que ver con armar un plan realista en materia de seguridad.

Lo primero supone una chicana política propia de tiempos electorales pero insostenible en las circunstancias que vivimos, en las que el crecimiento del delito aconseja atender lo urgente para luego abocarnos a lo importante.

Lo que tiene que ver con la coparticipación -que es lo importante a lo que nos referimos en el párrafo anterior- demuestra que en el ADN del nuevo peronismo se mantiene la intención de interpretar a la provincia como un distrito al servicio del populoso conurbano, lo que siempre asegurará el resultado electoral que lo mantenga en el poder o al menos un caudal de votos que lo ubique como fiel de la balanza mientras el interior productivo, Mar del Plata y Batán incluidos, deberá seguir sosteniendo esa estrategia y esperar en la cola de las prioridades.

Sin olvidar que esas fuerzas federales –«las de afuera» al decir de Páez– son sostenidas con impuestos que también pagamos los habitantes de General Pueyrredón.

Si es triste comprenderlo, más lo es decirlo y descontar que quien lo escuche no va a entenderlo…

En su afán por demoler la imagen del intendente Guillermo Montenegro el kirchnerismo local corre el riesgo de pegarse un tiro en los pies. Los marplatenses sufren el avance del delito y no es probable que miren con buenos ojos el retaceo de colaboración para combatirlo que se observa en el gobierno provincial y también en el nacional. ¿Se interpelarán en serio sus dirigente acerca del histórico rechazo del electorado local a las ofertas peronistas de gobierno?, ¿entenderán que estas actitudes especulativas y la tarea de constante entorpecimiento a las autoridades elegidas por el ciudadano tienen mucho que ver con esa respuesta esquiva de las urnas?.

Existe en la actitud una subestimación acerca de la capacidad de observación de la gente. ¿Creen en serio los dirigentes del Frente de Todos que los ciudadanos no van a ver la diferente vara con la que se miden sus necesidades y las del populoso cordón bonaerense del AMBA?. La historia, escrita en uno y mil fracasos electorales, debería hacer que sospechasen que no es así…

Las miradas diferentes son tan aceptables como necesarias; ayudan a que todos tengamos opciones para elegir y alternativas para analizar. Y también lo es la voluntad de instalar un candidato con expectativas de cara al próximo comicio, como hoy el peronismo pretende hacerlo con Fernanda Raverta.

Pero el votante, más observador e inteligente de lo que muchos dirigentes suponen, no acepta el doble mensaje, la manipulación y la especulación que lo tiene a él mismo como víctima propiciatoria.

Cuidado…la inseguridad no espera que se resuelva la torpeza política. Y mientras a esta la pagarán los que la cometan, aquella nos afecta a todos y se cobra vidas.

Tratemos de ser serios…