Sin los votos necesarios en Diputados y con una victoria pírrica en senadores el presidente se dispone a enfrentar a gran parte de la sociedad sin tener muchas chances de ganar la pulseada.
El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, aseguró que «hay cosas más importantes» que la reforma judicial, y destacó que esperará «el resultado del Senado y a partir de ahí» empezará a trabajar.
En momentos en que la iniciativa del oficialismo avanza en la Cámara alta, pero se complica en Diputados, Massa afirmó: «Hay que aprender a desdramatizar un poco el tema». Según dijo, se debe bajar el tono a la discusión porque sino «la sociedad ve circo, pero no ve resolución a sus problemas».
El tigrense -hábil en eso de caer siempre parado- busca de esta manera tomar distancia con el proyecto oficial que, si bien fue aprobado ayer en la comisión del Senado y seguramente logrará la media sanción en el recinto, tiene ahora muy pocas chances de pasar por el filtro de la Cámara de Diputados.
La decisión de los representantes del «lavagnismo» y sus pares cordobeses de no acompañar la reforma, pone a Alberto Fernández en la encrucijada de retirar el proyecto -lo que hoy parece improbable- o negociar modificaciones que podrán evaporar la intención final de acomodar la complicada situación judicial de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner.
A eso deben agregarse las encuestas que muestran un fuerte rechazo de la sociedad al intento del gobierno y la convocatoria a una marcha para el día de su tratamiento en el Senado; un escenario temido por el gobierno luego de lo ocurrido el #17A.
Demasiados riesgos para una reforma que, al menos como está hoy planteada, no tiene chance alguna de avanzar.
