¿Busca Francisco desestabilizar al gobierno de Mauricio Macri?

La fundación Scholas Ocurrentes rechazó una donación del Gobierno argentino de 16,6 millones de pesos. Fuentes diplomáticas dicen que se trata de un desprecio «sin precedentes».

En una carta dirigida al jefe de Gabinete Marcos Peña que tomó estado público hoy pero que lleva la fecha del 9 de junio, José María del Corral, presidente de la entidad, y Enrique Palmeyro, secretario, pidieron “suspender el aporte económico”. “Teniendo en cuenta que hay quienes pretenden desvirtuar este gesto institucional (…) con el fin de generar confusión y división entre los argentinos (…), convenimos en suspender el aporte económico no reintegrable de $ 16.666.000 pesos, destinado a sufragar los gastos de personal, infraestructura y equipamiento de la sede central de nuestro país”, dice la carta.

Según informa el diario La Nación, la decisión de Scholas se originó en un pedido del papa Francisco.

“El Gobierno argentino tiene que acudir a tantas necesidades del pueblo, que no tienen derecho a pedirle un centavo”, habría sido la postura del papa manifestada a los directivos de Scholas, pese a que a países con mayores problemas el propio pontífice les solicitó ayuda.

Es clara entonces la intención papal de mostrar al mundo su desprecio por el gobierno de Mauricio Macri, en una escalada que se inició cuando el marcado destrato al presidente argentino en ocasión de su visita a Roma.

En una carta de respuesta a la de Scholas, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, acusó recibo de la virtual devolución del dinero y aclaró que, “sin perjuicio de tomar nota de la suspensión planteada, ratificamos el compromiso de nuestro Gobierno de acompañar a la Fundación en la importante tarea de impulsar y defender los valores de la paz, la inclusión y el encuentro de los jóvenes de todo el mundo”.

Fuentes del Gobierno responsabilizaron por lo que consideran un “mal entendido” a los directores de las Scholas, ya que aseguran que el aporte se hizo teniendo en cuenta el “compromiso asumido por el presidente Mauricio Macri”, en febrero pasado, cuando durante la visita al Vaticano “el Papa le pidió que apoyara a las Scholas”, dijeron.

De ser cierto quedaría en evidencia una voluntaria y pensada estrategia papal para dañar al gobierno argentino, lo que en los mismos círculos vaticanos se explica en la inocultable adhesión de Jorge Bergoglio al peronismo. «Nunca le reclamó a Cristina por la creciente pobreza y el clientelismo que representaba una actitud frente al pobre que es rechazada por el cristianismo» dicen ofuscados en las cercanías de Macri.

“Esa suma fue calculada por ellos para hacerle frente a los gastos para su sede central en Buenos Aires, para los sueldos de 36 empleados y para los gastos de equipamiento y de acondicionamiento de un inmueble en la ex Administración de Bienes del Estado. Fue un pedido concreto de ellos, por eso estamos muy sorprendidos de todo lo que pasó después y de que el Papa no estuviera informado”, dijo la fuente, al tiempo que expresó la creciente preocupación de la administración por comprobaciones que no dejan muy en claro la intención del jefe de la Iglesia.

«Hemos detectado que en todos los intentos por movilizar gente el el conurbano contra el gobierno, aparecen sacerdotes integrantes de grupos que mantienen «línea directa» con el Vaticano», informan.

Y se preguntan si Bergoglio busca una «salida» similar a la que como Obispo fogoneó en 2001. «¿O ya se olvidaron todos que mientras Cassaretto trataba de encauzar el diálogo Bergoglio empujaba a los piqueteros a la calle?» recuerdan los más memoriosos.

Lo cierto es que hay actitudes de Francisco que son, al menos, difícil de ser entendidas.