Ningún votante de Macri pareciese cultor de un «peronismo solapado». La decisión de designar por decreto a dos jueces de la Corte se parece sin embargo a los vicios que conocemos.
El nuevo gobierno arrancó con gestos muy democráticos pero el presidente Macri gobernará hasta marzo por vía del decreto.¿Excepcionalidad de origen o vicio político?.
Una muestra de esta puerta abierta a cambiar para no cambiar, es el decreto de Macri nombrando por comisión a dos miembros de la Corte Suprema. Son dos nombres intachables: Horacio Rosatti , que ya fuera Ministro de Justicia de Néstor Kirchner y el Constitucionalista, Carlos Rosenkrantz .
El asunto es que no se hizo el esfuerzo de buscar consensos con la oposición y podría quedar en comisión hasta por lo menos un año.¿Qué hubiese ocurrido si semejante decisión hubiese tenido como protagonista a Cristina Kirchner?. Huelgan las palabras….
El gobierno no convocará, en principio, a sesiones extraordinarias. Temes sufrir un traspié que lo debilite, al no contar con mayoría propia parlamentaria. La reunión del sábado pasado en Olivos, de una muy buena foto de gobernabilidad , intentó abrir el diálogo esencial para los tiempos que corren.
Los gestos iniciales fueron muy buenos. Ahora, deben ser acompañados por acciones de corte institucional, poniendo en movimiento los tres poderes. Y la decisión de cubrir el máximo tribunal por decreto no parece caminar en el sentido correcto.
Las versiones que corrían anoche en las cercanías del poder hablaban de reuniones reservadas entre el nuevo gobierno y los principales referentes del peronismo en las que se habría obtenido un guiño para actuar como se actuó.
Y ello sería aún más criticable. Si algo no deseaban los votantes de Mauricio Macri era que su gobierno se pareciese a un «peronismo solapado», con las mismas mañas y diferente envase.
Y lo ocurrido parecería confirmar aquello de que los extremos, tarde o temprano, terminan juntándose.
