$28.873 por mes es el promedio de lo que le cuesta a Gral. Pueyrredón cada empleado municipal. Pocas actividades productivas tienen ese salario. ¿El servicio lo justifica?
Un detallado trabajo que publica esta mañana el diario La Capital de Mar del Plata muestra a las claras el desmadre de la política que en materia de personal y salarios ha llevado adelante la comuna local.
General Pueyrredon figura entre las municipalidades de la provincia de Buenos Aires que mayor cantidad de recursos dedica al pago de salarios.
En 2016, el 65,06% de sus gastos estuvieron destinados a sueldos, según lo indica un estudio que analiza la ejecución presupuestaria de los 135 municipios bonaerenses a lo largo de los últimos años.
El trabajo también confirma que la comuna local figura entre las que mejores remuneraciones ofrece a sus trabajadores.
Según ese estudio, el costo de cada empleado asciende a un promedio de $28.873 por mes.
Esa cifra convierta a General Pueyrredon en el tercer municipio de la provincia de Buenos Aires con mayor costo salarial por agente.
Dentro del ranking de las municipalidades que más gastan por empleado, la comuna local sólo es superada por dos distritos. El primero es Malvinas Argentinas, con una suma de $31.395 y el segundo es Saavedra, con $29.016.
Los números surgen de dividir el monto del gasto salarial de cada administración por su número de empleados, lo que arroja una cifra promedio que contempla lo que cada agente se lleva al bolsillo, además de las erogaciones por cargas sociales.
La presencia de General Pueyrredon en el podio del ranking se produce en un contexto en el cual, según los cálculos oficiales, el costo salarial promedio de los municipios bonaerenses asciende a los $17.435.
De ese dato surge que cada agente municipal de Mar del Plata y de Batán cuesta un 65,6% más que la media de la provincia.
En el otro extremo del ranking, entre los tres municipios bonaerenses con menor costo salarial figuran Lincoln, Monte y José C. Paz, con cifras mensuales de $11.414, $11.100 y $10.832, respectivamente.
Las razones por las cuales el gasto en salarios de un municipio puede ser hasta dos veces superior que la de otro son varias.
Una de ellas tiene que ver con las bonificaciones concedidas en cada distrito, las cuales acrecientan tanto las remuneraciones como las cargas sociales.
Y en General Pueyrredon existe una amplia cantidad y variedad de bonificaciones, cuyo pago se hace efectivo en un gran número de dependencias.
Entre ellas, las más extendidas y honerosas son las bonificaciones por tarea crítica, tarea riesgosa o disponibilidad.
Escala salarial
En el marco de las tensas negociaciones paritarias que la gestión del intendente Carlos Arroyo mantiene este año con el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM), desde el gremio reprochan la insistencia del Ejecutivo por no ofrecer un aumento superior al 19%, planteando que en otros distritos ya fueron acordadas subas salariales superiores a esa cifra.
Quien se encargó de plantear un ejemplo concreto fue el secretario general del STM, Antonio Gilardi, quien destacó que en Quilmes, el intendente de Cambiemos Martiniano Molina otorgó un 23%.
“Apliquemos la escala salarial de Quilmes en Mar del Plata y entonces sí podríamos dar un aumento superior al 19%” refutaron los funcionarios locales en la mesa de negociación.
Es que mientras que en General Pueyrredon el costo salarial promedio por agente es de $28.863, en la comuna gestionada por Molina, en 2016 esa cifra fue de $18.374, según el relevamiento.
Además los números muestran que General Pueyrredon fue uno de los municipios en los que el gasto en sueldos más creció en los últimos años.
Entre 2013 y 2016 el costo del salario promedio de un agente municipal de Mar del Plata y Batán se incrementó en un 156%, mientras que en Bahía Blanca subió un 154% y en La Plata un 134%.
Un gasto que crece
Al revisar los aumentos salariales acordados por el STM y el municipio desde 2008 en adelante, se observa otro fenómeno que en parte explica la delicada situación económica y financiera por la que actualmente atraviesa la comuna.
Se advierte que en todos los ejercicios los aumentos salariales otorgados igualaron o superaron en porcentaje a la cifra aplicada para incrementar la Tasa de Servicios Urbanos (TSU) considerada como el principal ingreso propio de la Municipalidad.
En 2008, por ejemplo, mientras que se acordó una suba de haberes del 21%, la TSU registró una suba del 21%.
En 2009, en tanto no hubo aumento en el valor de la tasa -ese año fue creada la contribución para la Salud- pero sí se otorgó un incremento salarial del 22%.
Otro año en el que hubo un fuerte desfasaje fue 2016, cuando mientras que se otorgó una suba de haberes del 38%, el valor de la TSU subió un 28%.
Ese proceso, sostenido en el tiempo, contribuyó a deteriorar la economía municipal y a provocar que el pago de sueldos adquiriera una participación cada vez mayor en los gastos totales.
Así lo refleja el estudio comparativo entre municipios, que señala que mientras que en 2013 la comuna dedicaba el 59,77% en personal, en 2016 ese número llegó al 65.06%, cuando el gasto en sueldos de todas las comunas representa, en promedio, el 54,47% del total de los gastos.
Fuente: La Capital