Un ejemplo de perseverancia para llegar a la selección

El exjugador de Quilmes, Tayavek Gallizzi, logró ganarse un lugar en la selección argentina de básquet a fuerza de mucho trabajo y con una mentalidad altruista que le permitió dar un salto en su crecimiento profesional.

Por Florencia Cordero

Por Florencia Cordero

Es uno de los internos del equipo argentino que jugará la AmeriCup desde el próximo domingo y obtuvo su puesto en base a gran dedicación y muchas ganas de aprender. El interno de 24 años nacido en Santa Fe supo capitalizar la experiencia ganada en la selección para mejorar su juego y entender la importancia de mejorar para conseguir objetivos superadores.

Forjado desde su etapa de juvenil en el Torneo Nacional de Ascenso con la camiseta de Quilmes, Tayavek Gallizzi llegó a la Liga Nacional con tres temporadas más en el equipo «cervecero» (donde se consolidó para llegar por primera vez a la selección) y dio otro paso en su evolución como jugador hacia Quimsa de Santiago del Estero y La Unión de Formosa.

Aquella primera convocatoria para ser parte del equipo argentino en carácter de invitado fue un aliciente, pero la sorpresa mayor llegó cuando de manera inesperada se confirmó su presencia nada menos que para el Mundial de España 2014 y casi sin darse cuenta pasó de ser uno más para entrenar a ser un integrante de la selección mundialista.

En 2015, integró el conjunto nacional en los Panamericanos de Toronto y fue parte del equipo que compitió en el Preolímpico disputado en México, obteniendo la clasificación a los Juegos Olímpicos de 2016 en un torneo inolvidable para Argentina en pleno recambio generacional.

No sólo fue creciendo en la Liga y sumando con la albiceleste sino que también ostenta el inusual galardón de haber sido el ganador del Torneo de Volcadas del Juego de as Estrellas en tres ocasiones consecutivas (2013, 2014 y 2015).

Con marcadas ansias de seguir mejorando, Gallizzi trabajó con el equipo rumbo a la Americup 2017 en la etapa de preselección con la mente puesta en obtener rédito de otra experiencia que mejore su nivel. «Estoy enfocado en sacarle mucho provecho a la selección pase lo que pase», decía Taya antes de saber que iba a quedar en el plantel definitivo. «Si me toca quedar afuera estaré triste pero sabiendo que aproveché la enseñanza que me dan estos jugadores, los técnicos, el gimnasio, la sesión de tiro y la técnica individual para sumarle algo a mi juego», comentaba con convicción.

A la hora de analizar la situación actual del equipo tras la etapa preparatoria, el pivote de 2,05 expresó: «Creo que mostramos un juego colectivo más contundente, encontramos más opciones de gol, nos pasamos más la pelota y crecimos en defensa que es una prioridad para nosotros. Generalmente nos quedamos cortos en la posición del pivote porque siempre hay jugadores más altos en otras selecciones. Tenemos que ser más agresivos para parecer más altos de lo que realmente somos».

Aunque la lesión de Luis Scola resta en cuanto al volumen de juego que pueda alcanzar el plantel, Gallizzi destacó la importancia de la ascendencia del gran capitán en el grupo. En ese sentido, señaló: «Sin dudas su ausencia es algo que a nosotros nos cae muy mal porque es un referente para nosotros. Pero hay que seguir adelante, no queda otra. Si no tenemos a Luis tendremos que encontrar otras opciones. Nos da muchísimo en el juego interno, pero nos sigue acompañando y nos sigue transmitiendo su experiencia estando dentro o fuera de la cancha».

Con el voto de confianza del entrenador que lo eligió entre los 12 y con su propia determinación para ayudar al equipo, está claro que Tayavek Gallizzi sabrá aprovechar esta nueva oportunidad para demostrar que está listo para sumar en la competencia continental.