Tinelli se reunió en secreto con un grupo de jueces federales en un encuentro organizado por el ministro de Justicia de la Ciudad, Guillermo Montenegro. Apuraría su desembarco en AFA.
Montenegro, ex juez federal, es uno de los tantos vínculos del conductor de TV con el PRO: Tinelli tiene una larga amistad con Mauricio Macri y un estrecho vínculo con Horacio Rodríguez Larreta, a quien apoyó abiertamente en las primarias porteñas.
Desde hace unas semanas conocía lo que ocurría en torno a la investigación iniciada por los EEUU en torno a los negociados de la FIFA. Su estrecha relación con los representantes del FBI en la Argentina le permitió saber que «algo estaba pasando» en torno al fútbol y que las esquirlas de la explosión llegarían hasta las puertas mismas de la AFA.
Ni lerdo ni perezoso lo habló con su jefe y éste se comunicó con Marcelo para ponerlo en autos y darle su opinión: era el momento preciso para saltar sobre el sillón que durante casi cuatro décadas ocupara Julio Grondona.
Tinelli agasajó a los magistrados en su casa, donde vieron el partido de ida de River contra Boca por la Copa Libertadores, una serie que terminaría en escándalo una semana después luego de que los jugadores del Millonario fueran atacados con gas pimienta.
Allí se habló acerca de como podrían desenvolverse los acontecimientos y los jueces concluyeron que si Grondona aparecía en la investigación era imposible que la AFA y muchos de quienes hoy representan la continuidad pudiesen salir indemnes.
Y a pesar de las normas que rigen en FIFA, coincidieron en que ante una eventualidad de ese tipo la intervención a la organización madre del fútbol argentino era inevitable.
El encuentro se realizó pocos días antes de realizar la primera edición de Showmatch del año, en la que logró el respaldo público de Daniel Scioli y Sergio Massa para presidir la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Macri, que también estuvo en ese programa, ya había expresado su apoyo al conductor para que maneje el fútbol.
Una llamada de Jefatura de Gabinete al conductor televisivo, que se produjo a media tarde de ayer, habría sellado el pacto: una corta intervención de no más de 60 días -el nombre que se jugó fue el de Gerardo Werthein, titular del Comité Olímpico Argentino (COA) para dar una imagen de equidistancia frente a los sectores en pugna- y una candidatura única que quedaría en cabeza del propio Tinelli. La estrategia contaría con el guiño de Máximo Kirchner y por supuesto de la Presidente de la Nación.
Ahora con el escándalo en plena aceleración y con no menos de una decena de federaciones que seguramente verán a sus directivos involucrados en la investigación, lo que obligaría a intervenciones en cadena, el proyecto ha entrado en vías de concreción. Sólo habrá que esperar unos días.