La Organización Mundial del Comercio (OMC) falló este viernes en contra de la Argentina por «medidas que afectan a la importación de mercancías», a partir de una demanda presentada por la Unión Europea, Estados Unidos y Japón contra el país.
Según cables de agencias internacionales que repercutieron aquí este viernes, la demanda de los países centrales contra la Argentina se relaciona con las trabas que la Casa Rosada impuso a las importaciones.
El tribunal comercial de la OMC sentenció a que el país «adapte sus arbitrarias medidas a las
obligaciones» de las reglas internacionales.
La UE celebra la resolución contra restricciones a la importación
La Unión Europea (UE) celebró la resolución de la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra las restricciones a las importaciones impuestas por Argentina e impugnadas por el bloque comunitario desde 2012, al considerarlas incompatibles con las reglas del comercio mundial.
«La UE acoge con satisfacción la resolución de la OMC contra las medidas argentinas sobre las importaciones», afirmó la Comisión Europea (CE) en un comunicado. El comisario europeo de Comercio, Karel de Gucht, exigió al Gobierno que elimine las medidas y abra la vía para que las mercancías de la UE puedan competir de forma leal en el mercado argentino, en cumplimiento de la resolución de la OMC.
El Ejecutivo introdujo las restricciones como parte de su política de comercio para favorecer las importaciones de productos de procedencia local y reducir el déficit comercial del país, pero la UE, Japón y Estados Unidos decidieron en mayo de 2012 iniciar un procedimiento ante la OMC al considerar que ello perjudicaba a sus empresas.
Un grupo especial independiente de la OMC concluyó que la obligatoriedad para los importadores de hacer una declaración jurada anticipada de importación es una restricción comercial injustificada conforme a las normas de la organización. El panel de expertos consideró que otros requerimientos relacionados con el comercio infringen las normas de la OMC, en concreto una serie de prácticas que incluyen la exigencia a los importadores de compensar el valor de sus operaciones en Argentina con, al menos, una cantidad equivalente en exportaciones.
Estos también deben alcanzar cierto nivel de contenido local en su producción nacional, invertir en Argentina o bien conservar los beneficios obtenidos dentro del país y limitar sus importaciones, sea en términos de valor o en volumen.
Argentina dispone ahora de un plazo de sesenta días para recurrir la resolución. Si no lo hace o si la OMC vuelve a decidir en su contra, tendrá que rectificar las medidas para ajustarse a las normas de la organización en un plazo que negociará con la UE, Estados Unidos y Japón. En caso de que las partes no logren llegar a un acuerdo sobre el plazo, será la OMC la que tome la decisión.
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