El empresario gastronómico marplatense Cristian Barrionuevo se contagió en Gotemburgo y ya está recuperado. Después de esa experiencia decidió abocarse de lleno a juntar voluntades para realizar acciones solidarias que beneficien a su ciudad natal.
De acuerdo a las medidas más relajadas que tomó Suecia para prevenir el avance de la pandemia, los ciudadanos siguieron prácticamente con su vida normal y se limitaron a acatar las recomendaciones básicas propuestas por las autoridades. En ese contexto, se dio un aumento de la cantidad de casos y para muchas de las personas afectadas que se recuperaron, el coronavirus pasó a ser una anécdota.
El argentino Cristian Barrionuevo mantuvo su ritmo habitual al frente de sus locales gastronómicos en Gotemburgo hasta que empezó a tener síntomas relacionados y recibió la confirmación de que era COVID-19 positivo. «Nunca sufrí. Dentro de todo fue bastante facil de llevar. Tuve pérdida de gusto y de olfato durante los primeros nueve días y me aislé automáticamente», narró el empresario.
En diálogo con la periodista Florencia Cordero en Radio Brisas de Mar del Plata, Barrionuevo dio detalles del protocolo que se llevó a cabo en el hospital sueco al que concurrió: «Cuando conté mis síntomas me mandaron a otro sector. Fue todo muy fuerte por el miedo que parece que tiene la gente al atenderte. Estuve casi siete horas metido adentro de una habitación, me vieron tres o cuatro doctores y me hicieron el hisopado. Finalmente, me dijeron que tenía coronavirus y que podía volver a mi vida normal en 48 horas, pero que si empeoraba debía volver al hospital».
Aunque lo tomó con cierta tranquilidad, no pudo evitar el desconcierto a la hora de elegir cómo proceder una vez que tuvo el diagnóstico porque en Suecia se manejan de una manera y en Argentina de otra. Siempre pendiente de Mar del Plata a la distancia, Cristian tuvo presente en ese momento la información recibida desde los medios argentinos En ese sentido, expresó: «Cuando te lo dice el doctor obviamente te schockea un poco porque cuando volví a mi casa no sabía cómo manejarme. Acá no te dan una guía. Mi esposa me fue a buscar al hospital. Yo hice mi cuarentena más por los infectólogos argentinos que por los de acá».
Y se refirió a la metodología de prevención que eligieron los suecos para encarar la pandemia: «Ellos le dan la responsabilidad a la gente. Ahí está la diferencia con nuestra cultura. Ellos son fríos, no son afectivos. Son distantes. Esa es la respuesta. Los bares y restaurantes seguimos abiertos, pero a nosotros nos bajó un 90% la facturación».
Movilizado por la experiencia que tuvo que pasar, Cristian Barrionuevo empezó a organizar una convocatoria desde el Facebook Ola Solidaria Mar del Plata para sumar voluntades y lograr acciones concretas para ayudar a su ciudad natal. Entusiasmado con la idea, habló de esta movida que recién está empezando: «Quiero hacer cosas que se vean. Lo empezamos a armar con amigos para que todos propongan sus acciones y ver cómo hacemos entre todos para lograr cosas que hagan feliz a la gente. Estoy a full con esto. Hay mucha gente que quiere ayudar. Lo que quiero es impulsar que nos juntemos todos los marplatenses que podamos ayudar».
Por otro lado, remarcó la necesidad de mantenerse en alerta ante el avance del coronavirus: «En el hospital me dijeron que seguramente mi familia se contagió también y no nos dimos cuenta. Mi esposa estuvo casi diez días durmiendo un montón y muy cansada y yo lo relacioné con el estrés por el tema de los restaurantes. Pienso que lo hemos tenido todos. Hay que entender que es un virus que te mata. No es un chiste. La gente tiene que tomar conciencia que hay que cuidarse. No nos gusta estar encerrados, pero hoy no hay otra solución».
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