Un día sin clases desnudó la trampa de nivelar siempre para abajo

El módico fenómeno meteorológico que afectó a la ciudad dejó sin clases a miles de chicos en medio de un alerta que se pensó como forma de esconder el calamitoso estado de los colegios estatales.

Desde UDOCBA realizaron un informe que puso de manifiesto el mal estado de muchas instituciones educativas de distintitos niveles en el partido de General Pueyrredon. Los problemas edilicios y de infraestructura son frecuentes en los colegios, que durante las últimas 24 horas se vieron incrementados por las condiciones climáticas. Según manifestaron “hay escuelas que no están en condiciones de retomar las clases pese a la decisión del Municipio”.

Listado de colegios con problemas:

1-Secundaria Nº33: Con filtraciones 2-Secundaria Nº 17: Se inundaron varios sectores del edificio. 3-Secundaria Nº 77: Con filtraciones en las paredes. 4-Jardín Nº 943: Con filtraciones y varias calles de la zona anegadas. 5-Media Nº 12: Con filtraciones y varias calles de la zona anegadas. 6-Secundaria Nº 48: Dos aulas se llenaron de agua y hay filtraciones en distintos sectores. 7-Secundaria Nº 37: Con aulas inundadas. 8-Secundaria Nº 30: Con filtraciones. 9-Secundaria Nº 504: Con filtraciones en el pasillo. 10-Primaria Nº34: Salón de Usos Múltiples inundado por filtraciones varias. 11-Primaria Nº31: Sin calefacción y con filtraciones varias. 12-Primaria Nº3: Con filtraciones en las uniones de los techos. 13-Secundaria Nº59: No tienen baño ni agua. 14-Primaria Nº46: Con filtraciones. 15-Secundaria Nº47: Con filtraciones. 16-Secundaria Nº33: Con filtraciones. 17-Técnica Nº5: Con filtraciones a través de las chapas. 18-Centro de Formación Laboral Nº 1: Con filtraciones y equipo de calefacción fuera de servicio.

Todas tienen una característica común: son administradas por el estado y forman parte del sistema de educación pública.

El estado calamitoso de sus instalaciones -con goteras, sin vidrios, sin calefacción- vuelve lógica la decisión de suspender el dictado de clases ante una tormenta moderada como la de ayer. Pero…¿tiene sentido alguno dejar sin clases a chicos que concurren a establecimientos del sistema privado en el que tales anomalías edilicias brillan por su ausencia?.

Claramente no; y solo se entiende en la costumbre argentina de nivelar hacia abajo, castigando a quien cumple para justificar o beneficiar a quien no lo hace.

Nuestro país es uno de los 10 con mayor carga fiscal del mundo entero y largamente el que mayor cantidad de impuestos por habitante cobra en América Latina. ¿Dónde está entonces el dinero de los contribuyentes?.

Con un sistema de salud destruido, una educación calamitosa en contenidos e infraestructura, una red vial colapsada por falta de inversión y mantenimiento, fuerzas armadas sin el mínimo equipamiento para sostener su actividad de defensa, una flota mercante desguazada e inmóvil, puertos sin calado, fronteras sin radares y un sistema de seguridad para disfrute de la delincuencia, es claro que el estado nacional sobrevive en una emergencia permanente que, como en el caso que nos ocupa, le hace imposible afrontar cualquier contrariedad por pequeña que esta sea.

Entonces es mejor dejar a miles de chicos sin recibir su enseñanza en vez de asumir que solo algunos de ellos -los que quedan presos por necesidad de un sistema público de vergüenza- no pueden encontrar en sus escuelas el mínimo confort ante cuatro gotas y un viento que jamás superó los 40 km. por hora.

Y que viva la decadencia patriótica…