Un país y una ciudad cambian si sus líderes entienden

Por Adrián FreijoEl caso de Río de janeiro, que dejó atrás la leyenda negra de «la ciudad del pecado», sirve de ejemplo suficiente.

 

Durante décadas fue capital del turismo sexual, la droga y la decadencia. Y en menos de veinte años, al igual que un Brasil que promovió a 40 millones de pobres a la nueva clase media, Río de Janeiro se convirtió en una ciudad moderna, ordenada, segura y con una vida comercial realmente envidiable.

¿Cómo lo hizo?. En esta pequeña recorrida por sus calles se lo contamos sencillamente…

 

Fernando Henrique Cardoso reformó la economía brasilera generando un crecimiento sin precedentes y su sucesor Ignacio «Lula» Da Silva, archirival político y de otro signo ideológico, utilizó esos resultados para sacar de la pobreza a 40.000.000 de brasileros que pasaron a ser clase media. Convivieron, rescataron lo bueno del otro y dieron un ejemplo de convivencia e inteligencia. Algo que nos faltó a los argentinos.

Movimiento constante, consumo y vitalidad comercial.

 

Cada esquina es un centro comercial que recorren miles de cariocas

 

Tiendas, centros comerciales, supermercados y pequeños negocios se mantienen llenos durante toda la jornada comercial que se extiende desde las 8.00 hs hasta las 10.00 hs de la noche

 

Locales comerciales, oficinas y centros. La Avda. Nuestra Señora de Copacabana es el punto neurálgico del comercio carioca

 

Supermercados y medianos comercios de alimentos con precios variados y de mucha dispersión. El carioca camina y busca…