Una dirigente cercana a Raverta es la autora de la pintada cuestionada

Brenda Benavente, integrante de La Casa de Enfrente, quien se muestra cercana a la titular de la ANSES y como miembro del grupo que se adjudicó el daño a un espacio público.

Brenda Benavente: la joven autora de lo que pretendió ser un homenaje y terminó en escándalo

Se muestra orgullosamente en redes sociales como la autora del esperpento artístico que levantó la indignación de una apabullante porción de los vecinos de Mar del Plata y puso en evidencia la confusión que hoy arrasa con la capacidad de comprensión de un sector político que sigue creyendo que «lo popular» es lo que ellos defienden aunque la ciudad siga rechazándolo como alternativa política y hasta a nivel nacional deba mimetizarse con opciones más moderadas para ganar una elección.

Pero la soberbia del iluminado es, ya se sabe, solo comparable a la del bruto…

Así no es fácil que Brenda, y tantas Brendas que hacen de la militancia una imposición a terceros, comprenda el enojo de miles de lugareños a los que no les agrada que los espacios comunes -máxime cuando estos son emblema e imagen de la ciudad- sean tomados como propios sin siquiera tener en cuenta que lo que ellos consideran justo y/o artístico pueda suponer un daño o una reforma que solo ha sido consultada con su propia concepción de las cosas.

Brenda y su grupo se referencian en Raverta. ¿Estaba al tanto?, ¿autorizó la pintada?

Pero quienes ayer obraron de esta manera desaprensiva suelen referenciarse en Fernanda Raverta, la actual titular de la ANSES y pretendiente a la intendencia de general Pueyrredón en el pasado y seguramente en el futuro. Y sería bueno que ellos o la nombrada se parasen de cara a la sociedad para decirle que este estilo -el de la irrupción y el enchastre sin consulta ni permiso- es el que va a regir en Mar del Plata y Batán si logran por fin   llegar al poder.

Y de no ser así que también ellos presentasen una disculpa. O Fernanda si es que fue consultada o comparte el disgusto de tantos vecinos que va mucho más allá de adhesiones políticas u homenajes y se centra más bien en el hartazgo general por la costumbre de los dirigentes argentinos de creer que alguna cosa los hace dueños de todo y de todos (y todas, para que nadie se moleste…y todes, por si acaso) y que solo se trata de mirar y aceptar sin queja alguna lo que ellos deciden hacer con nuestras cosas y lugares.

Constanza Addiechi, Directora de Restauración de Monumentos del Municipio y una tarea titánica.

Aunque ahora el estado deba hacerse cargo de los gastos generados para volver un sitio que ha sido declarado como  patrimonio cultural y la incansable Constanza Addiechi, Directora de Restauración de Monumentos del Municipio, esté en el lugar desde las 6 de la mañana borrar lo mejor que se pueda la huella del daño. Pero…¿qué le importa al «militante» el tiempo y el dinero ajeno, si lo único a atender es su capricho y «testimonio»?.

Tal vez estas líneas les parezcan exageradas o cargadas de odio ideológico. Nada más lejos de la realidad; lo que ocurre es que para entenderlas hay que tener un respeto casi religioso  por el valor de los bienes públicos y no poder ni siquiera imaginar que los mismos pueden ser tomados como propios por el motivo que fuese.

¿Será el caso de Brenda?, ¿de sus compañeros de la agrupación Aluvión?, ¿de Fernanda Raverta?…el tiempo lo dirá.