Una marplatense en Minnesota que salvó su vida gracias al RCP

Adela emigró para transmitir la palabra de Dios y la vida puso a prueba su fe. Sobrevivió a la muerte súbita, perdió una pierna en la recuperación y con su mensaje inspirador se convirtió en un ejemplo de coraje. 

Nació en Mar del Plata pero bien puede decir que en Minnesotta (Estados Unidos), donde reside desde hace veinte años con su esposo, encontró su lugar en el mundo. Ambos misioneros cristianos, resolvieron un día “servir a Dios” con la ilusión de brindar testimonio de fe en aquel país en el que se quedaron a vivir definitivamente.

Adela Álvarez trabaja en un colegio cristiano desde hace una década y allí enseña español, una lengua que rápidamente se ha abierto paso en el país del norte. Pero desde hace un tiempo también se dedica a dar clases de zumba.

“Hace unos años me di cuenta que debía comenzar a hacer alguna actividad física y me anoté en un gimnasio en el que una entrenadora americana enseñaba esa disciplina de la que me enamoré. Al año siguiente hice el curso y me recibí de profesora; la verdad es que me encanta lo que estoy haciendo”, cuenta Adela con una sonrisa.

Pero lo que le cambió la vida, en enero de 2014, fue lo ocurrido durante una de esas clases de zumba que tanto disfrutaba. “Estaba practicando una canción nueva cuando me sentí mareada. Traté de apoyarme en la pared pero no llegué; estaba teniendo un paro cardíaco. Una alumna me hizo resucitación durante veinte minutos y luego debieron darme shock al corazón en cinco oportunidades”, recuerda Adela remarcando la vital importancia que tuvo para ella la realización de la Reanimación Cardio Pulmonar (RCP).

Después de semejante episodio, Adela fue internada y, según los médicos, sus posibilidades de vida eran ínfimas. «Fueron horas de angustia, sin muchas posibilidades de supervivencia y con un corazón que solo funcionaba en un 4%. La última opción era una máquina que conectaron a mi pierna derecha. Y eso me salvó la vida pero al no permitir la circulación de sangre en la pierna, y tras una semana con varias operaciones, debieron amputármela”, rememora esta mujer tan fuerte como sufrida, pero siempre optimista.

Es que a partir de ese momento comenzó para Adela una nueva vida con la convicción de potenciar al máximo sus posibilidades ante su nueva condición. Con una actitud notable, su experiencia de superación en cada desafío cotidiano representa un canto a la vida y un verdadero ejemplo para toda la sociedad.

En diálogo con la periodista Florencia Cordero en el programa Un Lugar en el Mundo de Radio Brisas de Mar del Plata, Adela habló por primera vez de su historia en español y dejó un mensaje inspirador que vale la pena compartir.