La periodista Patricia Codeseira aportó un valioso enfoque en primera persona sobre las sensaciones que se viven en la capital española en tiempos de cuarentena sin saber hasta cuándo.
Después de un mes de encierro, los madrileños están a la espera de empezar a volver a la normalidad, pero todavía no existen certezas. «Es preocupante porque todavía hay gente que no lo entiende. Puede parecer exagerado el aislamiento pero es lo que hay que hacer. Fui una de las primeras que lo pensé, pero nos llegó y nos tocó muy dentro. Este madilto bichito estuvo caminado cerca de nosotros. Pero nadie tenía el manual de instrucciones», analizó Patricia Codeseira, periodista argentina ligada a la actividad del padel en Madrid, en diálogo con Florencia Cordero en el programa Un Lugar en el Mundo de Radio Brisas.
La comunicadora marplatense radicada en España detalló el devenir de la cuarentena y el impacto que generó en los ciudadanos. «El 11 de marzo nos dijeron que era hasta el 26 de marzo. Después todos calculamos que sería hasta el 15 de abril y enseguida nos dimos cuenta de que era un sueño imposible. Hasta el 26 de abril estamos en estado de alarma y hay que ver que también Italia postergó hasta el 3 de mayo. Si hay que esperar, esperaremos. Habrá que empezar a abrir dependencias de a poco», señaló.
En lo personal remarcó la importancia de la tarea de los trabajadores de la salud con un familiar cercano como ejemplo. «Mi hermana sigue trabajando en farmacia y ella está muy expuesta. No la puedo ver desde hace un mes», se lamentó Patricia. Y se mostró preocupada por los que tienen la incertidumbre de no saber cómo van a seguir. «Tengo asegurado mi sueldo y la sanidad social, pero no todo el mundo lo puede decir. El problema está en los que trabajan por su cuenta. Tarde o temprano hay que pagar los gastos», expresó.
Informada a la distancia de lo que pasa en su ciudad natal, destacó una situación en particular: «Me conmovió ver que las municipalidades de Mar del Plata, Miramar y Villa Gesell tuvieran que rogar que la gente no fuera porque no eran vacaciones. No se está pidiendo nada del otro mundo. Hay que aguantar. Hay médicos y enfermeros que no están parando».
Enfocada en resaltar que la salud es la prioridad, agregó: «Ojalá que haya pocos casos en Argentina y que no haya tantas lágrimas. Acá lo dijo claramente la hija de un banquero que murió. No tuvo lo que más necesitaba que era tiempo y aire. La plata quedó en las arcas del banco. No tuvo ni tiempo ni aire». Y comentó emocionada sobre el final que siente «bronca e impotencia por aquellos que piensan que los mayores estorban».
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