Una previsible aprobación en la sesión preparatoria del presupuesto

Nada sorprendente, nada impactante. Una sesión tan larga como anodina en la que la única novedad radicó en el acuerdo estratégico entre el oficialismo y Acción Marplatense. Habrá presupuesto.

 

Tras un largo introito en el que los concejales rindieron homenaje a Diego Armando Maradona y fijaron sus posiciones individuales frente al debate sobre la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, el Concejo Deliberante se abocó a la cuestión del debate vinculado al presupuesto 2021, en lo que hace a la necesaria aprobación de las ordenanzas Fiscal e Impositiva.

A la sesión se había llegado con las posiciones claras, máxime después del acuerdo entre Acción Marplatense y el intendente Guillermo Montenegro.

“Mas allá de las diferencias que son muchas, es necesario frente a la situación económica y sanitaria asegurar un presupuesto desde el primer día de 2021”, expresó Horacio Taccone (AM) antes de ingresar al recinto, y mencionó que se había tratado sobre la posibilidad de incorporar el presupuesto participativo, la enseñanza masiva de oficios, el Centro de Salud de Batán y una desgravación para las pymes.

Se descontaba entonces que con el apoyo de los dos ediles de la agrupación local más los de Mercedes Morro (3P) y Mauricio Loria (Agrupación Atlántica), ya conocidos como «Los cuatro Fantásticos», solo quedaba por delante una larga jornada de torneos dialécticos que poco y nada aportarían  a la comprensión final de una cuestión que afectará en forma directa la vida común de marplatenses y batanenses.

¿Los argumentos?… por el lado del oficialismo, cuyo expositor fue el siempre ubicuo Alejandro Carrancio con su tono monótono y pretendidamente dialoguista que le ha servido para defender las posturas más contrapuestas sin que nadie acabe nunca de entender cuales son sus verdaderas convicciones, se insistió en lo exiguo del aumento propuesto -por debajo de la inflación proyectada para el año entrante- y en una mirada moderada de lo que será la administración en un año muy especial y plagado de complicaciones.

Por el lado de la oposición la concejal Verónica Ríos (FdT) adelantó el voto negativo de su bancada por considerar que eran muchas las inconsistencias en el instrumento presentado y la convicción de que la suba de tasas sería mucho mayor a lo que sostenía el concejal informante del Ejecutivo.

Como siempre ocurre fue su compañero de bancada Marcos Gutierrez quien llevó adelante una posición más beligerante, pero siempre muy lejos de la confrontación y casi en una resignada actitud de «no porque no» que tiene más que ver con una actitud política que con cuestiones puntuales del presupuesto elevado y de ambas ordenanzas en tratamiento.

Más puntual fue la intervención, siempre sólida, de Virginia Sívori (FdT), aunque esta vez le dio a sus palabras algún tono más político que técnico al sostener que «muchas veces hay que dedicar más tiempo a explicar que lo que sostiene el Ejecutivo no es así que a tratar las cuestiones de fondo como por ejemplo una nueva fórmula de cálculo de la TSU que le va a hacer bien a la ciudad y había sido una promesa del intendente Montenegro».

Sívori denunció que la Tasa de Seguridad e Higiene aumentará el 111% sin que se aumente tampoco el piso de facturación, castigando a todo el sector productivo. «Es mentira entonces que se esté aumentando un 24%. Sigue el esquema de siempre y se castiga invariablemente a la misma gente» lanzó.

Martín Aiello (AM) que ocupa la banca en lugar del aislado Horacio Taccone -en prevención por un contacto estrecho con alguien contagiado de COVID 19- adelantó que «tras un acuerdo que exigimos que fuese público con el intendente Montenegro vamos a aprobar el presupuesto si se incluye para la fecha de su tratamiento en el recinto del Presupuesto Participativo y se duplica el destinado a la enseñanza de oficios en todos los barrios a través de la Educación No Formal que se expresa en el Programa PEBA».

Aiello sostuvo que a la espera del cumplimiento de lo pactado en la sesión en curso Acción Marplatense se abstendría, a los fines de facilitar la aprobación de la ordenanzas preparatorias en tratamiento, y que de ser todo como lo acordado en la reunión de tratamiento del presupuesto acompañarían al oficialismo con el voto positivo.

Llegado el momento de la votación se aprobaron las ordenanzas con el voto positivo del oficialismo, de 3P y de Agrupación Atlántica, el rechazo del Frente de Todos y el Frente Renovador y la abstención de Acción Marplatense.

Y colorín colorado…este conocido cuento, ha terminado. Al menos por ahora…