Unidad Penal 15 de Batán: una cárcel que refleja la realidad social

Por Adrián FreijoA más de 40 años de su fundación la «cárcel de Batán», como se la conoce, muestra una realidad que emparenta la vida intramuros con la realidad de la ciudad.

 

El 29 de Noviembre de 1980, en medio de una intensa publicidad y con la presencia del entonces gobernados de la provincia Gral. Ibérico Manuel Saint Jean,  quedo inaugurada la Unidad 15, situada en la localidad de Batán, por entonces un suburbio de Mar del Plata y hoy ya una ciudad que busca abrirse paso hacia el futuro.

Su creación, respondió a la acuciante necesidad de dotar al Departamento Judicial  de una unidad Penitenciaria acorde a los requerimientos del mismo. Eran años duros y mucho se hablaba de la intención de la dictadura militar que gobernaba el país de contar con establecimientos carcelarios en los que encerrar a quienes consideraba vinculados a la subversión.

Está dotada de los últimos adelantos de funcionamiento y seguridad de la época

La nueva cárcel estaba dotada de los últimos adelantos en materia de funcionamiento y seguridad de la época. El tipo arquitectónico reunía una simbiosis los sistemas conocidos como «radial» y «Poste telefónico o peine».

En la Unidad Conviven desde entonces 2 sectores que conforman los alojamientos de mediana y máxima seguridad, este último con pabellón de aislamiento.

Antiguamente con la creación de la Unidad, funcionaba un Pabellón de Régimen Abierto conocido como (ART 18), Lugar en el q actualmente funciona la fábrica de mangueras, en el año 2010 se origino el programa llamado Casas X Cárceles , denominado Régimen Abierto en la Actualidad, conformado x 14 casas.

La seguridad externa la brinda un sistema de muro perimetral, combinado con puestos de seguridad.

Trabajan en la Unidad 15, 477 empleados, conviviendo 201 oficiales y 275 suboficiales. Siendo su población Actual 1.216 Internos, distribuidos entre procesados y penados.

Las actividades laborales que se desarrollan en la Sesión Talleres son las siguientes: herrería, chapa y pintura y carpintería.

Diversos convenios firmados con entidades privadas, permiten que se lleven a cabo las siguientes producciones: ladrillos ecológicos, bloques de cemento ,pan rallado y fabricación de mangueras. Funcionan en la Unidad todos los niveles Educativos con una matrícula existente de 499 internos.

El Plan Pro Huerta llevado adelante por los reclusos

El Centro de Formación Profesional N° 403, capacita a los alojados mediante cursos de construcción de muebles, manejo y control de huerta y herrería de obra concurriendo en todas las especialidades un total internos 598 internos.

Cuenta además con un sector sanitario con capacidad para atención médica y alojamiento.

En el año 2019 se realizó el último estudio estadístico sobre la realidad de la Unidad Penal 15 y sus internos. Aunque por la emergencia sanitaria aquellos son los últimos datos disponibles las autoridades del penal sostienen que aún hoy las circunstancias no han cambiado y que ello nos permite sacar conclusiones acerca de la vida entre sus muros y las características principales de su población.

– Un estudio para conocer la realidad –

En primer lugar el estudio echa por tierra el mito acerca de que la mayoría de la población carcelaria, al menos en la conocida como «Cárcel de Batán», es reincidente. Solo el 33% de quienes allí se encuentran privados de su libertad ya ha delinquido antes -o al menos tienen causas en proceso o con condena- mientras un mayoritario 67% ha cometido un delito por primera vez y por él está detenido.

-¿De qué vivían quienes hoy están tras las rejas antes de delinquir?-

Otra realidad carcelaria que pone en tela de juicio algunos mitos urbanos es la que tiene que ver con el carácter de trabajador, changuista o desocupado de quienes allí habitan. La composición en materia de ocupación de la población presidiaria es semejante a lo que todos los estudios sociales indican acerca de la población económicamente activa de la Argentina: un 42% eran desocupados al momento de ser detenidos, una 52% sobrevivía con trabajos temporales o changas y apenas un 6% contaba con un trabajo estable y registrado.

Aquí encuentran algo de razón quienes sostienen que el delito está emparentado con razones sociales: cuesta creer que un porcentaje tan alto de la sociedad argentina haya elegido por el delito como vocación y no admita un componente vinculado a la falta de trabajo o a la precariedad como modo de vida.

-¿Cuáles son los delitos que llevan a una persona tras las rejas?-

Por eso, cuando analizamos las causas de detención que afectan a la población de la UP 15, no puede sorprender que la mitad de los mismos estén allí por delitos vinculados a la propiedad (49% robo y/o tentativa y 1% hurto y/o tentativa), mientras que las causas que indican un grado mayor de mentalidad criminal son muchas menos (4% tentativa de homicidios dolosos, 15% el mismo delito pero consolidado y 16% por violación o delitos contra la integridad). Todo indica entonces que la alta peligrosidad criminal no es el motivo central que mueve al delito.

 

-La lenta administración de justicia como vía hacia el hacinamiento-

Llama la atención la cantidad de condenados que se encuentran detenidos en un penal que técnicamente es para encausados: el 57% de la población de la UP15 ya ha sido condenada pero la lentitud de la justicia y el farragoso proceso apelatorio del procedimiento provincial hace que cada vez más personas sin sentencia firme ocupen plazas en la unidad y empujen el fenómeno del hacinamiento que, si bien aún lejanos de los peores penales del país, ya comienza a mostrar índices preocupantes.

El edificio está dividido en dos partes: un área destinada a los internos que viven en condiciones de Máxima Seguridad, y un segundo área que responde al régimen de mediana seguridad.

Además allí funciona, desde 26 de junio de 2006, la Alcaidía Nro.44 en la que, al ser concebida la estructura para ese efecto, los sectores de admisión fueron remodelados y transformados en ámbitos propicios para el sistema educativo y laboral.

También funciona en el lugar la Unidad Nro.50 de Mujeres

Y la Unidad N 50 de Mujeres que se inauguró el 23 de febrero de 2006. Es una unidad que aloja a población femenina y su régimen es cerrado.

En el sector escuela, funciona además del plan Nacional de alfabetización y el 1° y 2° año de la EEM N° 14, talleres de capacitación laboral como carpintería y panadería.

En el predio de la Unidad funciona la extensión del anexo 6001, que dicta actualmente la Técnicatura Superior en Administración de Recursos Humanos a personal penitenciario de la zona este.

La sección Talleres, ofrece distintos oficios a desempeñar: se realizan arreglos mecánicos, chapa y pintura de automóviles. También se producen cuadernos y libros, los cuales posteriormente se utilizan en el área administrativa

Pero la acumulación de institutos ha ido generando un crecimiento del hacinamiento que termina siendo combatido con la peligrosa tendencia a habilitar salidas transitoria y excarcelaciones aún en casos en los que la readaptación del interno a la sociedad dista mucho de ser la adecuada. Y es ahí cuando los casos de reincidencia se disparan hasta el infinito.

-La educación como principal barrera contra el delito-

Dejamos para el final una conclusión que seguramente será la más nítida y determinante del estudio presentado. El nivel educativo de la población carcelaria de la Unidad Penal 15 es la muestra más clara de la importancia de la educación como enemiga del delito: el 73% de los detenidos posee escasa o nula escolaridad mientras que el 11% ha completado el secundario, el 1% ha cursado o finalizado estudios terciarios y no había, al momento del censo, ningún presidiario con estudios universitarios completos o incompletos. 

Ese 73 % se compone de un 48% que finalizó la escuela primaria, un 22% que abandonó en el camino y un 3% que no reconoce grado alguno de instrucción.

Es claro que la educación, además de aumentar las oportunidades a la hora de seleccionar un camino en la vida, afecta de manera positiva el comportamiento de las personas haciéndolas más pacientes o aumentando su aversión al riesgo.

Las cifras que manejan las propias fuentes del penal hablan de un porcentaje (2%) muy bajo de reincidencia en la población con buen nivel educativo o que lo adquiere a partir de la oferta que al respecto tiene en la misma Unidad  en comparación con aquella  que no accede al estudio estando detenido.

-Conclusiones-

He aquí una radiografía de un instituto penal que no es seguramente muy diferente a lo que ocurre en los otros establecimientos de la provincia.

La falta de inversión en nuevas cárceles, las marchas y contramarchas en materia de cumplimiento de las penas, el alto grado de corrupción existente en la justicia y en las fuerzas policiales y penitenciarias y el constante deterioro de la vida social del país con la contrapartida de una marginalidad creciente y acelerada, suponen un cóctel tan peligroso como explosivo que encuentra en los establecimientos penitenciarios el caldo de cultivo necesario para el incremento de la delincuencia.

A veces las exageraciones de un guion televisivo parecen acercarnos a una realidad impensada y sombría que muestra a las cárceles como verdaderos ejemplos de lo que es la «tierra de nadie». Sin embargo, y tal vez en forma menos expuesta, el infierno que en estos lugares se vive está vinculado al retroceso de la sociedad antes que a hechos puntuales de violencia intramuros. 

Que suele ser espejo de lo que ocurre allá afuera…