Dos personas que había aportado datos ciertos para la recaptura de los Lanatta y Schillaci se repartieron 2 millones de pesos. Los detalles. Otro de los postulantes quedó afuera.
Esta semana, el gobierno de la provincia de Buenos Aires finalmente pagó la recompensa que se había prometido en plena búsqueda de los hermanos Martín y Cristian Lanatta, y Víctor Schillaci, condenado por el Triple Crimen, pudo saber ExpedientePolitico en fuentes oficiales.
El 27 de diciembre, el ministro de Seguridad Cristian Ritondo había ofrecido $2.000.000, la máxima recompensa posible que permite la ley para quienes puedan aportar datos chequeables o la propia ubicación de los prófugos.
Hay dos beneficiarios. Uno de ellos cobró $1.600.000. Su identidad nunca trascendió porque estaba dentro del programa de testigos protegidos. Es la persona que le aportó a la AFI la ubicación de la tapera que utilizaron para esconderse los primeros días de enero. A ese lugar fue la Gendarmería para detenerlos, pero lograron escaparse, con el papelón tan recordado del tiroteo entre los propios gendarmes.
El resto del dinero es para otro testigo de Santa Fe que fue fundamental para la recaptura (la identidad por ahora se mantiene en reserva).
La elección tardó varios meses porque se hizo un intercambio de información con la justicia y organismos estatales santafesinos.
En el camino quedó Franco Martín, el encargado del molino arrocero de la localidad santafesina de Cayastá, en donde finalmente apresaron a Cristian Lanatta y Víctor Schillaci. El hombre fue rehén de los prófugos y pasó un momento incómodo. Dijo que “estaban armados” y que los reconoció “enseguida” pero que se hizo el “tonto” para no tener problemas. Pero no recibió nada.