(Escribe Adrián Freijo) – El titular del PAMI busca descargar responsabilidades sobre el intendente. El riesgo de jugar en el tema internas políticas.
Fernando Alí quiere ser intendente de la ciudad; nunca lo ha ocultado y en eso trabaja desde el mismo momento en el que se sentó en el sillón principal del PAMI.
El hombre tiene derecho a defender sus aspiraciones y el tiempo dirá si lo logra o termina como muchos de sus antecesores que, encandilados por un padrón multitudinario de jubilados (que en Mar del Plata rozan los 200.000 afiliados) y rodeado de veteranos dirigentes de centros y asociaciones, duchos en eso de silbar al oído del poderoso de turno la melodía que quiere escuchar, también fueron convencidos de que el cargo los proyectaba a un destino sin techo.
Claro es que los jubilados -y sobre todo los jubilados- hace mucho que no tienen dueño y suponen un grupo etáreo con sus convicciones muy claras y sólidas.
Pero al fin esto se trata de política y cada cual tiene derecho a encararla desde la base o ensueño que más le valga.
Lo que no parece lícito es descargar en el otro una responsabilidad que no le cabe.
El EMHSA no es un hospital público. Se trata de una institución privada de salud cuyos dueños son por tanto los únicos responsables de lo que allí ocurra.
Los dueños y por supuesto los prestadores, entre los que se encuentra de manera destacada el PAMI, que en muchos casos incumplen o demoran el cumplimiento de sus obligaciones poniendo en riesgo la continuidad de la empresa.
Y queremos remarcar eso de «la empresa».
Ni los dueños, ni los médicos involucrados con la conducción, ni el PAMI ni sus funcionarios salen de esta crisis más pobres de lo que entraron.
Como siempre, sólo los trabajadores -enfermeros, maestranza, administrativos y médicos de planta que en algunos casos hace más de un año que no cobrarn honorarios- serán los perjudicados de una historia que tiene mucho de vergonzosa y mucho más de fraude. porque después de esconder durante muchos años la verdad, utilizar testaferros y prestanombres y tal vez vaciar la institución…el EMHSA «vuelve» a su dueño de siempre.
En ese contexto lo que ha hecho el intendente es ponerse codo a codo con los trabajadores e ir adonde había que ir -el expediente de la convocatoria en el que los propios dueños piden ahora la quiebra– para ver que se podía hacer para la continuidad del establecimiento.
¿Podía hacer algo más?, no. ¿Podía hacer algo mejor?, tampoco.
¿Puede hacer Fernando Alí algo más por el EMHSA?, si. ¿Qué puede hacer?, gestionar ante las autoridades del PAMI, muy cercanas a la Presidente Cristina Kirchner, que soliciten a la jefa de estado el salvataje de una institución modelo y la continuidad laboral del calificado personal.
¿Lo hizo?, NO. Prefirió quedarse en la chicana descalificatoria sobre el que intentó al menos destrabar la madeja.
¡¡Qué ironía!!; Alí es kirchnerista, Barrionuevo uno de los más enconados opositores, y sin embargo un «enemigo» común los une en el intento de hacer cada uno su «negocio».
Salvo, claro está, que en el fondo sea el mismo.