El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, pidió que “el ajuste no lo tienen que pagar los pobres”. La gobernadora se retiró sin ocultar su enojo.
“Mi presencia en representación de los obispos quiere significar nuestra honda preocupación por lo que pasa en nuestra patria. El nivel de inequidad es enorme y se acentúa cada vez más”, sostuvo el jefe del Episcopado, al dar inicio a las deliberaciones que se extenderán hasta el domingo en un hotel sindical.
En ese marco expresó que “ante esta realidad, la Iglesia no puede dejar de decir que el ajuste no lo tienen que pagar los pobres”.
En su disertación de apertura, Ojea también se refirió al proyecto de legalización del aborto, que ya cuenta con la aprobación de la Cámara de Diputados y que comenzará a ser debatido en el Senado.
“El aborto no es un derecho sino es un drama. Hemos perdido la oportunidad de legislar sobre las madres con embarazos no deseados”, sostuvo.
La gobernadora María Eugenia Vidal no pudo ocultar su molestia, ya que acababa de afirmar que “es muy importante que la desocupación en Mar del Plata haya descendido al noveno puesto en el ranking de la desocupación y esto es porque se crearon 25 mil puestos de trabajo entre 2017 y 2018”, haciendo foco en lo que definió como una política oficial que «pone todo el tiempo el ojo en los más necesitados».
Terminados los discursos la mandataria se retiró rápidamente por la cocina del establecimiento, tratando de esa manera de eludir a la prensa que la esperaba para consultarla acerca de la opinión que le merecía la posición de los obispos.