La gobernadora no confía en su Secretario de Seguridad y sospecha que está detrás de los conflictos policiales. Lo conversó con Massa y el tigrense le dió un nombre y un plan de acción.
El pasado fin de semana existió una larga conversación entre la gobernadora y el líder del Frente Renovador. Sergio Massa había sido el primero en advertirle d algunos movimientos y alianzas extrañas de Cristian Ritondo, y los últimos hechos delictivos parecieran darle la razón. Dentro y fuera de la fuerza policial se sospecha que el ministro, y su viejo aliado Alejandro Granados, no son ajenos al crecimiento de algunos delitos y sobre todo al creciente malestar del personal, al que se le demoró sin razón alguna una respuesta a sus reclamos.
Justamente el origen de la reunión entre Vidal y Massa fue la intención de este último de saber el porque de aquella mora oficial en dar a conocer un aumento salarial resuelto hace más de 20 días.
Ritondo no estaría pasando el mejor momento en la función publica, y el gobierno bonaerense tantea la posibilidad de un cambio por si estalla una crisis.
Llamó la atención que este lunes se lo viera salir del despacho de Vidal al massista Diego Gorgal. El joven especialista en seguridad fue funcionario de Telerman en la ciudad y a pesar de su escaso conocimiento acerca del complicado distrito bonaerense, Massa insiste en que la falta de compromiso con las viejas y las actuales cúpulas, sumado a su probado conocimiento acerca de la cuestión, lo convierten en un hombre ideal para llevar adelante los cambios que, sin éxito alguno, viene prometiendo Vidal.
Y de paso, consolidar una alianza con Cambiemos que el ambicioso dirigente ya piensa como un co gobierno.
Como se dice habitualmente…dos pájaros de un tiro.