La gobernadora afirmó ante empresarios del Consejo Interamericano del Comercio y Producción, que la inflación «no es la que queremos pero es la más baja de los últimos años».
«La inflación no es la que queremos pero es la más baja de los últimos años y nos permite discutir otras cosas, como presentismo», dijo María Eugenia Vidal ante los asistentes al almuerzo del CICyP que se realizó en el hotel Alvear Palace, en la ciudad de Buenos Aires.
«La inflación está bajando. Me gustaría que bajara más, pero esto es un proceso y hay que esperar», dijo Vidal quien recibió como respuesta el aplauso y hasta efusivas reacciones de empresarios, banqueros y embajadores que formaban parte del auditorio convocado por el CICyP.
«Hoy, hay 121 municipios (sobre 135 partidos en que se divide la provincia de Buenos Aires) con superavit por el cambio de seriedad fiscal», detalló Vidal,
quien recibió también vivos elogios de parte del presidente del CICyP, Adrián Werthein.
Vidal aclaró que, actualmente, «los resultados son menos espectaculares pero llegan para quedarse».
La gobernadora explicó: «Somos un equipo de personas convocadas por Mauricio que empezamos un camino del que muchas cosas van a trascender el mandato y muchas no se van a ver».
«Es una novedad que el presidente (de la Nación) y la gobernadora (de la Provincia) sean parte de un mismo equipo y eso no termina ahí. En provincia, el equipo es de 16 millones de personas; el campo se está recuperando aún con el impacto climático hay más superficie sembrada y mejor cosecha», enfatizó la gobernadora, quien admitió: «Aún, desigualmente, hay sectores de la industria que empezaron a recuperarse».
«Reitero: no podíamos pagar los sueldos cuando llegamos. No podíamos pagarle a los proveedores volvimos a ser confiables para los proveedores y hemos tomado deuda gracias a que Argentina volvió al mundo», reseñó Vidal.
«Digo a los vecinos que esa obra de cloaca, que ven en la esquina, es producto de que el presidente tuvo contacto con algún líder del exterior. También hemos empezado un camino fiscal más serio», pero «tenemos un déficit por las obras de infraestructura en las que hay que endeudarse, porque no es justo que lo pague una sola generación», acotó.
La gobernadora detalló que en su gestión «tenemos tres prioridades; tenemos un plan de dos mil obras. Se acabó la discrecionalidad. Los fondos se reparten por coparticipación y no por amiguismo. No son obras estéticas. Son rutas, cloacas, agua potable y la ruta 88 terminada que es la del cereal. Nos comprometimos a 900 kilómetros de rutas y ya tenemos 600 en obra. No nos verán invirtiendo en obras faraónicas ni haciendo nuevos hospitales sino mejorando lo que estaba como la ruta 11 y 12 que la estamos ensanchando», enumeró Vidal.
La gobernadora de Buenos Aires también recordó que «ayer firmamos la obra del Salado, que debió estar terminada en 2011».
«El vecino que se angustiaba cuando llovía ahora se va a dormir tranquilo porque hay 240 obras hidráulicas en ejecución», destacó y dirigiéndose a los empresarios les dijo: «los necesitamos. Ustedes están entre los que pueden más. Queremos que se sumen».
«Necesitamos más de ustedes, más allá de la rentabilidad. Por ese camino que a lo mejor no vemos en el corto plazo, la provincia los espera», expresó la gobernadora.
María Eugenia Vidal estuvo acompañada por sus ministro de Gobierno, Federico Salvai; de Economía, Hernán Lacunza, además del presidente del Banco Provincia de Buenos Aires, Juan Curutchet.
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