Vildoza pide pista en el Baskonia: “Estoy en uno de mis mejores momentos”

Tras dejar Mar del Plata, el niño mimado de Quilmes transita su nueva vida en España, donde aprovecha al máximo la oportunidad de mejorar como jugador y evolucionar como persona en el primer nivel mundial del básquet FIBA.

Mientras trabaja con compromiso en cada entrenamiento para ganarse sus minutos en cancha, Vildoza también disfruta de la tranquilidad de la ciudad junto a su novia y se apoya en su compañero y coterráneo, Patricio Garino (con quien además compartió tiempo en la selección argentina) para poder establecer nuevos vínculos sociales con fluidez.

En diálogo con la periodista Florencia Cordero en el programa Un Lugar en el Mundo de Radio Brisas de Mar del Plata, el base del Baskonia reconoció que extraña a su gente en Argentina pero demuestra en el transcurso de la charla que está enfocado en el desafío de luchar por un lugar en un plantel en el que dice sentirse cómodo, apuntalado por sus pares y con ganas de quedarse por mucho tiempo.

-¿Cómo estás viviendo esta nueva experiencia en España?

-Desde el primer momento que llegué acá me trataron de diez. Se dieron algunas cosas al principio que estuvieron buenas cuando estaba Pablo (Prigioni), hasta que se fue y eso generó un momento de bajón. Pero nos ayudamos entre todos y pudimos salir adelante. De mi parte la estoy pasando muy bien. Estoy disfrutando de estar con estos jugadores, estar en esta ciudad, estar en un club donde todos me apoyan y quieren que me vaya bien. Estoy muy contento y muy cómodo.

-¿Cómo estás tomando esta situación de estar lejos del entorno familiar y qué diferencias notás en el día a dia?

-Desde lo personal me estoy sintiendo muy bien. Creo que físicamente y en lo que tiene que ver con el juego estoy mejor que nunca, me siento muy bien. Estoy compitiendo todos los días con los jugadores que hay acá y eso es impagable. Te hace mejorar día a día. De a poco me voy acostumbrado a no jugar tantos minutos, a no sentir tanto que la gente te apoye todo el tiempo y aunque tengas un partido malo, te sigan apoyando igual. Voy sintiendo el cariño que me está dando la gente de acá, pero estoy muy feliz, estoy disfrutando y estoy en uno de mis mejores momentos en cuanto a mi físico y en cuanto a mi cabeza, más allá de que estoy extrañando a la gente de allá, a mis amigos, a mi familia. Sé que mi casa está allá, pero ahora estoy creando una nueva vida que es acá y espero que sea por mucho tiempo.

-Tener a Pato Garino al lado debe ser de gran ayuda, ¿cómo fuiste transitando ese período inicial de adaptación?

-Empezamos bien, con el pie derecho. Desde el momento que llegamos con Pato estuvimos siempre muy juntos. Tenerlo cerca me ayuda mucho. Ahora se sumó Iván Martínez y nos estamos juntando con él también. Estar con Pato es de gran ayuda. Es muchísimo mejor que si no estuviera. Agradezco que él esté acá. Y además de eso, el equipo tiene muy buena química dentro y fuera de la cancha y eso no se da todos los días. Que todos sean buena onda y quieran ayudarte en los entrenamientos y en los partidos, no tiene precio. Está más que claro que socializar no es lo mío, pero de a poco me tuve que ir soltando y tuve que empezar a hacer nuevas amistades, nuevos compañeros. En eso mi novia me ayudó bastante porque si hubiera sido por mí, creo que estaríamos solos los dos y no hubiera tenido conversaciones ni siquiera con Pato. Es bueno que ella esté y me apoyé en esas cosas porque todos sabemos que me cuesta relacionarme y sacarme un poco la vergüenza.

-¿Cómo te llevás con esa nueva vida en otro país?

-Con mi novia estamos muy contentos acá. La verdad que la gente es siempre buena onda, el ritmo de vida es totalmente diferente, no ves gente apurada intentando llegar rápido a ningún lugar. Es toda gente tranquila, a las 2 ó 3 de la mañana podés caminar tranquilo por la calle que no pasa nada. Estoy en una ciudad muy tranquila y lo estoy disfrutando porque pasé del ruido y el lío de todos los días a una ciudad tranquila. A veces un poco de tranquilidad viene bien y es vital para vivir.

-¿Cómo manejás la ansiedad de jugar pocos minutos en una rotación con un plantel con tantas figuras?

-De a poco. Creo que todos sabíamos que esta temporada iba a ser bastante dura, como muchos jugadores ya lo pasaron. Se dieron cosas que no esperaba. Pude entrenar muy bien y jugar minutos para demostrar que puedo jugar tranquilamente y estar a la altura. Sé que no tengo que dejar de trabajar como lo hice siempre. Haber jugado de titular el último año con Quilmes me cambió un poco la cabeza pero no me olvido que siempre fui de abajo, siempre fui suplente y me fui ganando minutos temporada a temporada. Tengo que cambiar el chip, tengo que dejar de enojarme por no jugar y ponerme a trabajar más fuerte para poder estar mejor el día que me toque entrar.

-¿Seguís a Quilmes desde allá?, ¿sabés cómo va el equipo y cómo va la Liga?

-Lo sigo bastante. A veces me cuesta mirar los partidos por el tema de los horarios. Pero vi varios partidos. Lo veo bien. Sinceramente a veces siento que podría volver a dar una mano y ayudar. Ojalá se pudiera dar, pero no. El recuerdo está muy fresco y pensar en esas cosas me hace bien porque tengo muy buenos recuerdos de Quilmes que forman gran parte de mi vida y de mi carrera como profesional.

-¿En qué sentís que te sirvió ese último año que decidiste jugar en Quilmes antes de emigrar?

-Creo que me hizo muy bien quedarme ese año para madurar y demostrar que estaba para manejar un equipo y guiarlo a grandes circunstancias. Y así fue. Estoy contento por la decisión que tomé y por cómo me está yendo acá. Si me hubiese venido antes, no hubiera sido lo mismo. Más allá de lo basquetbolístico, creo que mi cabeza no hubiese aguantado estar solo. Hice bien en esperar y tuve suerte de conocer a alguien. Ojalá esto siga porque estoy bastante cómodo y muy feliz acá.

-¿Qué objetivos te planteás alcanzar en este 2018?

-Siempre fui de ir paso a paso, de ir cumpliendo objetivos a corto plazo. Por lo pronto estoy entrenando bastante y esperando la posibilidad de jugar algún minuto pero eso depende mucho del partido y de las circunstancias. Quiero seguir trabajando y entrenando. Ojalá termine el 2018 demostrando que estoy a la altura y que puedo jugar. Eso sería cumplir un sueño porque es mi primera temporada y se están dando cosas, como haber entrado de titular en la Euroliga contra Milán, que no me hubiera imaginado. Estoy muy contento a pesar de no poder jugar los minutos que desearía pero estoy en un club de primer nivel, disfrutando y trabajando.

-¿Creés que se podrá destrabar el conflicto que les impide estar en la selección a los jugadores de la Liga de España que juegan Euroliga?

-Espero que se destrabe y resuelvan el problema porque tener a los jugadores en el medio no está nada bueno. Siempre uno quiere vestir la camiseta del país, sea como sea. Uno siente mucho orgullo cuando se pone esa camiseta y la verdad que es algo muy lindo. Una vez que, por fin, había logrado quedar entre los doce. Ojalá pueda volver a estar en la selección porque es algo hermoso.

Escuchá la nota completa acá: