(Escribe Dimas J. Pettineroli) – Cuando uno llega a La Paz, de inmediato siente que el alma se llena esos buenos sentimientos que emana del sacrificado Pueblo Boliviano.
Entiende que ha entrado en una dimensión diferente, pura en donde se reciben las bendiciones de la Madre Tierra —Pachamama—; lo que a su vez implica una forma de comprometerse con los ciudadanos, específicamente con sus raíces indígenas.
A Evo Morales lo seguí desde los 90 como líder gremial. En estos días, cuando arranca su tercer mandato, con el 61 % de los votos en elecciones democráticas, me sigue cautivando esa maravillosa manera de ser, que uno pretende incorporar para ser mejor persona.
Ahorita Evo ha dicho y lo rescato con letras de oro, para aplicarlo entre nosotros: “Son tiempos de Pachakuti. Viene de ‘pacha’ que es equilibrio y ‘kuti’ que significa retorno.
Queda claro que hay que mirar el futuro, viviendo el presente; pero sin olvidar el pasado. Estoy persuadido que se ha cumplido un ciclo en Argentina y – muchos dicen – “hay que cambiarlo todo”. Que ha llegado la hora de un vuelco, para estabilizarnos y salir adelante como nos merecemos.
Apostemos al «buen vivir» como una ética de lo suficiente para toda
la comunidad, y no solamente para el individuo. El «buen vivir» supone una visión integradora del ser humano. Cuando más seamos los militantes de esta filosofa milenaria menos serán los especuladores, contrabandistas, usureros, narcos y tramposos de toda categoría.
Soy optimista. Creo en mis compatriotas.
Lo que nace en Febrero será muy distinto a enero. Hay un tablero nuevo que obligara a aprender a leer y escribir. Lo que se había planificado para este mes, por los acontecimientos por todos conocidos – y en desarrollo con final abierto – ya fue. Ahora se verá quien interpreta mejor a los ciudadanos impactados hasta el horror.
Un fuerte abrazo
Dante Rivas