Por Adrián Freijo – Después de un largo tiempo el intendente volvió a participar de una reunión convocada por la gobernadora. Todo indica que ambos comprendieron que se necesitarán pronto.
El Intendente Municipal Carlos Fernando Arroyo y funcionarios del Ejecutivo municipal participaron este miércoles en la ciudad de La Plata del Gabinete ampliado presidido por María Eugenia Vidal. Fue la primera vez en mucho tiempo que el jefe comunal y la gobernadora se vieron las caras en una jornada de trabajo, lo que sin duda alguna generó diversas lecturas políticas.
La cercanía del tiempo electoral y un porcentaje de intención de voto que, aún menguado con respecto a 2015, puede convertirlo en el gran elector cuando llegue el momento de definir candidaturas. Y aunque insista en su decisión de ser candidato «por dentro o por fuera de Cambiemos» no son pocos los que creen que ser tenido en cuenta al momento de conformar listas y un fuerte apoyo desde provincia para terminar su mandato con tranquilidad y obras sería un fuerte impulso para decorar una gestión complicada, fragorosa y que al menos hasta el momento ha logrado evadir mil y una zancadillas que le pusieron a su paso.
Arroyo no tiene interés en asumir, por ejemplo, una diputación ni ningún otro cargo legislativo. Pero sabe que de un buen acuerdo con Vidal puede resultar el fortalecimiento de su Agrupación Atlántica y una presencia en la vida política de la ciudad que se estiraría en el tiempo y en la intensidad.
Tal vez deje entonces el gobierno al mismo tiempo que fortalezca lo que hasta ahora le ha sido esquivo: el poder.
Acompañado por los secretarios de Gobierno, Alejandro Vicente, de Economía y Hacienda, Hernán Mourelle y de Obras y Planeamiento,Guillermo de Paz, se mostró distendido y seguro. Ya no tiene dudas acerca de que Cambiemos, traspasado por decenas de internas y agobiado de pretensiones desmedidas de «los que quieren ser», puede hacer cualquier cosa menos ignorarlo y encarar el año electoral con él afuera del plato. Si la alianza oficialista no gana Mar del Plata seguramente se le hará cuesta arriba ganar la provincia. Y sin esta…no hay reelección para nadie.
“Se hizo un balance de lo realizado y lo proyectado en cuanto a obras. Coincidimos en seguir estando cerca de la gente y abocados a resolver temas que han estado postergados durante décadas, con honestidad, transparencia y diciendo siempre la verdad” declaró al salir, casi como en una fotografía del escenario que viene. Obras y cercanía; el amor puede esperar.
Tal vez se hayan equivocado en darlo por muerto y seguramente lo hicieron, y mucho, al sospechar que era una cuestión terminada. La caída vertical de la imagen del gobierno de Mauricio Macri y la consiguiente dificultad por la que atraviesa la propia gobernadora hacen que ese 10, 12 o 15% de votos que Zorro Uno retiene se coticen hoy por arriba del esquivo dólar.
Y el hombre lo sabe y los saca al mercado.