La mayoría son menores y fueron ejecutados con un disparo en la cabeza. Un portavoz talibán asegura que el objetivo era ‘hacer vivir’ su ‘sufrimiento’ al ejército
Más de 130 muertos es el último balance de un ataque talibán perpetrado este martes contra una escuela para hijos de militares en la ciudad de Peshawar, en el noroeste de Pakistán.
En la escuela había medio millar de personas entre estudiantes y profesores. Según una fuente oficial paquistaní, los fallecidos superarían los 130, siendo niños más de 80, que fueron ejecutados con un disparo en la cabeza. Respecto a los heridos, hay un total de 122.
El primer ministro paquistaní, Nawaf Sharif, ha calificado la masacre de «tragedia nacional», así como ha prometido que los culpables «no serán perdonados». «Mis hijos han sido convertidos en blanco de la tragedia. La pérdida de niños inocentes es la pérdida de una nación», ha sentenciado.
Media docena de talibán vestidos con uniformes del ejército entraron en la escuela sobre las 9.00 horas, causando el terror. Una vez dada la voz de alarma, las fuerzas de seguridad paquistaníes rodearon el edificio y mantuvieron un enfrentamiento con los atacantes, según confirmó el portavoz de la policía local, Ahmed Ali.
Según fuentes militares, la operación ya ha culminado, al haber acabado los soldados con la vida de los seis talibán que protagonizaron el ataque. En estos momentos, las fuerzas del orden intentan retomar el control absoluto del colegio. Sin embargo, se están encontrando con múltiples dificultades, ya que los agresores han dejado todo el recinto repleto de explosivos.
Reivindicado por un grupo talibán
Un portavoz del principal grupo talibán paquistaní, el TTP, reivindicó al inicio del ataque la acción y aseguró que las instrucciones eran no dañar a los menores, de acuerdo con la televisión Geo.
«Entre los atacantes hay suicidas. Les hemos ordenado disparar a los estudiantes mayores, pero no a los niños», dijo el portavoz Muhammad Khorasani.
Los talibán justificaron el ataque al centro educativo por las operaciones militares lanzadas contra los insurgentes en las zonas tribales de Waziristán del Norte y Khyber. Es más, detallaron que querían hacer llegar a los soldados «el sufrimiento» que ellos padecen.
Los colegios suelen ser objetivos de los talibán en Pakistán, en especial las escuelas para niñas, al igual que las instalaciones militares.
El ejército paquistaní desarrolla una campaña desde junio contra enclaves en las regiones de Waziristán y Kyhber con continuos bombardeos y operaciones terrestres, que, de acuerdo con fuentes oficiales, han causado más de mil muertos.