La actriz estadounidense de origen húngaro Zsa Zsa Gabor murió este domingo a los 99 años. Tuvo nueve matrimonios,: se casó con primer marido a los 20 años y con el último cuando tenía casi 70.
«Todos estaban allí. No murió sola«, subrayó.
Nacida en Hungría el 6 de febrero de 1917, Sari Gabor (a quien su familia le puso el apodo Zsa Zsa muy temprano) emigró a Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial e hizo su debut en Hollywood en 1952.
La actriz apareció en más de 70 películas pero era más famosa por su estilo de vida de celebridad.
De hecho, como señala la corresponsal de BBC Mundo en Los Ángeles, Beatriz Díez, muchos medios hablan de ella como la «Kim Kardashian original», en el sentido de que «era famosa por ser famosa», más que por sus interpretaciones cinematográficas.
En total tuvo nueve matrimonios,: se casó con primer marido a los 20 años y con el último, y más duradero, cuando tenía casi 70.
Zsa Zsa Gabor ganó el concurso de Miss Hungría en 1936 pero fue descalificada posteriormente.Cambio de rumbo
El principal papel de Zsa Zsa Gabor fue interpretarse a sí misma
Segunda hija de un soldado y una heredera de una joyería, Gabor inicialmente quería ser una veterinaria cirujana pero su convincente madre y su propia belleza la impulsaron en una dirección diferente.
Su madre era judía pero las tres hijas eran católicas practicantes, una sabia decisión en un país cuyo líder Miklos Horthy se había aliado de forma entusiasta con la Alemania de Adolf Hitler.
En un viaje a Viena, Austria, en 1934, el cantante austríaco Richard Tauber se fijó en ella y le dio un papel en una opereta, en lo que sería su primera actuación sobre un escenario.
En 1936, fue coronada como Miss Hungría, pero posteriormente fue descalificada por haber mentido sobre su edad al apuntarse al concurso.
Sus películas más conocidas son Moulin Rouge, Lili y Arriverderci Baby.
Ingenio y glamour
Gabor no era tímida al hacer comentarios sobre su vida amorosa y una de sus frases más célebres, muy recordada tras conocerse su muerte fue:
«I am a marvelous housekeeper. Every time I leave a man, I keep his house» («Soy una maravillosa ama de casa. Cada vez que dejo a un hombre me quedo con su casa»).
Otra de sus señales de identidad era el uso constante del apelativo dahling, entonación particular que hacía de la palabra darling, «cariño», cuando se dirigía a los demás.
En una ocasión dijo: «No me acuerdo del nombre de nadie, ¿cómo creen que empezó eso de dahling?·.
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