En la ciudad de Bandar Mahshahr la temperatura del aire alcanzó el viernes pasado los 46 grados Celsius, aunque por la fuerte humedad la sensación térmica trepó a los 74 °C durante la tarde.
Bandar Mahshahr, ubicada en el suroeste de Irán, tenía en 2010 unos 110.000 habitantes. La temperatura que debieron afrontar el 30 de julio es la segunda más alta jamás reportada en la historia. Sólo la supera Dhahran, Arabia Saudita, que tuvo 81 °C el 8 de julio de 2003.
Para los próximos días se esperan temperaturas de entre 30 y 40 °C, si bien es imposible calcular a cuánto ascenderá la sensación térmica si continúa la humedad. La ola de calor, además, no sólo afecta a Irán. En la capital de Irak, Bagdad, la temperatura alcanzó los 50 °C la semana pasada.
Ante esta situación extrema, el sitio Weather.com reprodujo las recomendaciones de las autoridades de Irak para evitar un golpe de calor, deshidratación o la muerte. Sin embargo, no es sencillo en un país marcado por la guerra con el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).
«El Gobierno ha instado a los residentes a permanecer fuera del sol y beber mucha agua, pero para muchos de los más de 3 millones de iraquíes desplazados por el conflicto violento, esto plantea un dilema».