Alvarado llora la partida de Julio «Julián» Zibecchi

Por José Luis Ponsico (*) – En las últimas horas se conoció el deceso de Julián Zibecchi, «crack» de Alvarado en el ascenso a Primera 1964. Un equipo que quedó en la historia y un «10» que se convirtió en símbolo.

 

José Luis Ponsico

En las últimas horas se conoció el deceso de Julián Zibecchi, «crack» de Alvarado en el recordado ascenso a Primera 1964. Un equipo de la populosa zona Mataderos que quedó en la historia. Con él, otro pibe Miguel Lhomy, espigado, estratega.

El querido Zibecchi, zurdo, habilidoso, calco de José «Piojo» Yudica, célebre puntero izquierdo de Ñuls, luego de Boca y más tarde Quilmes Athletic Club. También el fútbol colombiano, Julián uno de los tantos «hijos» del potrero marplatense.

Zibecchi padecía cáncer de páncreas. Tenía 74 años. Dos colegas dieron la «mala» noticia al autor de éstas líneas: el experimentado Armando Fuselli y uno de la camada joven, Sebastián Arana, periodista talentoso. «Una mala noticia, José Luis», decía

La camiseta de su Alva que es de culto en el club

El fútbol de Mar del Plata, los 60, vivía la aventura de los que triunfaron en la escena grande de AFA. Entre otros, «Pierino» (Herminio) González, el zurdo Luis Cardoso, en Boca del 59; Roberto Saba primero Independiente, luego San Lorenzo´55.

Los «potreros» cercanos al mítico Estadio Gral. San Martín dejaban la mejor semilla: crecían los citados, también otro que llegó muy lejos, el sutil Jorge Mario Olguín de la «cantera» de Alvarado, luego híper campeón con San Lorenzo.

Olguín gloria del fútbol local también ganó títulos con Independiente, Argentinos Jrs -Copa Libertadores- antes en el 78 Campeón del Mundo en la selección de César Menotti. Todo esto, forjado en inferiores de Alvarado.

De ahí también Zibecchi, anterior a la generación de Olguín, «Monito» José Rubén Palacios, «Toto» Roldán e implacable goleador Alejandro Lofredo. Algunos no llegaron a tanto pero dejaron una huella de su talento: otro el inteligente Torre, «9» de lujo.

Con Jorge Olguín, otra gloria que vistió los colores del Torito

San Lorenzo de Almagro en el 68 por los préstamos de Olguin y Lofredo pagó 250 mil pesos. El goleador por una hepatitis regresó a Mar del Plata. El polifuncional Olguiín, tres títulos en San Lorenzo jugando en los cuatro puestos de la defensa, valía más

El pase definitivo de Jorge Olguín superaba los dos millones y medio de pesos en el 69. Alvarado sub campeón Primera 1967 formador de juveniles, ejemplo de un fútbol marplatense inolvidable.

Zibecchi padeció una seria lesión cuando llevaba dos o tres años en Primera y ya prometía como «enganche» talentoso en la selección local. Doble fractura de tibia y peroné. El «Piojo», picardía, habilidad, «potrero» vivo, estuvo dos años sin jugar.

El recuerdo lleva a otro «Piojo» destacado a fines de los 50, contemporáneo de Yudica. Recordado «Piojo» Lobianco, alternando con Edgard Ponti en la punta izquierda, la selección inolvidable del 58

El jugador, el hincha y la prestancia

Oscar Flores, Oscar Salazar, Oscar González en defensa. Con ellos, Horacio Pirosanto y Wálter Della Torre, fallecido no hace mucho. Pilares defensivos. Otro Wálter Garcerón. Lateral ex Estudiantes de La Plata.

El 5, patrón Abel Negro Pacheco, de Balcarce. En Quilmes Athletic Club luego once goles jugando como centrocampista. Un gladiador. Gran pegada. Seguía José Luis Carruthers. El «6» de Círculo Deportivo. Apodado «la Garza»

Adelante, Bautista «Pocho» Pereyra, 19 años, Juan Marcelino Cornejo, el sabio Cándido González, pícaro Alberto «Piraña» García y Lobianco o Ponti. Inolvidables en el libro que elabora el «Negro Fuselli. Como corresponde a un artesano

El «Piojo» Zibecchi, Alvarado, virtual heredero de aquél fútbol de juego asociado. Con buen trato de pelota. Donde el arte y sabiduría de atacantes se complementaba con eficacia en defensa

«No ganaban dinero, vivían el placer de jugar y ser halagados por el pueblo futbolero» describió alguna vez otro eterno galardonado periodista, persona, el notable «Maestro» (graduado en Escuela Normal) Mario Trucco.

Fino, elegante, endiablado, lo comparaban con «Rojitas»

Admirador de Carlos «Chueco» Varela, tapado en Boca por el legendario 9 uruguayo Severino Varela, goleador de la «boina blanca» (fantasma) Trucco vivió el regreso del marplatense como frustración

Una nota suya motivó el bautismo a tribuna del Estadio «Gral San Martín» fines de los 60: «Carlos «Chueco» Varela». Tiempo más tarde, el ex rugbier, funcionario de Deporte, comunal, «Cacho» Carlos De Rosa y Mario, dando nombre al mundialista «José María Minella» inspiración de ellos, gran parte de la cultura marplatense. El «5» histórico («Pepe» Minella) primero Mar del Plata, la selección, luego Gimnasia y Esgrima La Plata, memorable «Expreso del Bosque», 1933.

En el 36 y 37 doble campeón con River. Antes Minella capitán de la selección en el 35 Sudamericano de Lima. Tapa «El Gráfico» con el capitán de Uruguay, legendario José Nasazzi. Zibecchi parte importante de toda aquella cruzada inolvidable

El fútbol marplatense aparece perenne como la hierba. Lo mismo que el recuerdo del pibe del potrero de Alvarado, el «Piojo» Julián Zibecchi

 

(*) Columnista de La Señal Medios. Libre Expresión y Mundo Amateur