Arroyo «acristinado»: perorata, preguntas prohibidas y relato a full

Cada vez más lejos de la realidad, el intendente brindó una conferencia de prensa, en la que se prohibieron la preguntas, y dejó un relato digno de la ex presidente.

«Cuando hice el decreto 112 fue como levantar una antorcha. Porque en un mundo en el que todos se morían y nadie hacía nada, decidí que era necesario tomar una decisión y hacer algo. Más allá de todas las críticas que recibí, lo concreto es que el decreto sirvió para que todo el mundo se pusiera a prestar atención a esta problemática y ahí tenemos los resultados«, sostuvo olvidando que los mismos indican que muchos chicos fueron intoxicados por drogas y decenas de detenidos por tenencia de estupefacientes para consumo o comercialización.

Los resultados de los que se jacta Arroyo muestran al estado «custodiando» un infame negocio que todos saben como funciona y cuyas consecuencias quedan entonces a la vista.

“Por lo menos en mi gestión, el Estado va a estar presente siempre, con todas las dependencias que están a mi cargo, trabajando en equipo, le guste a quien le guste. No le voy a pedir permiso a nadie para hacer lo que tengo que hacer. Y es lo que estoy haciendo: defender la vida humana”, sostuvo grandilocuente el jefe comunal, sin permitir que la prensa lo interrogase sobre los reales alcances de esa afirmación y la relación entre tan altas convicciones y las marchas y contramarchas dadas con el famoso decreto.

Por un instante reapareció el hombre siempre propenso a una épica conflictiva que en realidad nadie le pide ni plantea.

Interesante versión «cristinista» de un Carlos Arroyo autorreferencial y aferrado a un relato que no está dispuesto a cotejar con las preguntas de la prensa independiente. Claro que la experiencia indica que quienes prefieren engañarse a si mismos y monologar en vez de conversar, suelen terminar aislados de la realidad y rechazados por su gente.

Allá él si así se siente más fuerte…