BASTA DE MIEDO, BASTA DE IDIOTAS

Mientras el terrorismo crece con su secuela de muerte y sin razón, todos bajamos la cabeza y hablamos en voz queda ante tanto imbécil con pretensión progre que sigue justificando la locura. BASTA.

Ya no importa si hoy es el ISIS como hasta ayer era Al Qaeda, ni si el RAM quiere ocupar el iluminado escenario del ERP o si el Ejército Revolucionario de Colombia anhela suplantar a Sendero Luminoso.

Tampoco si la torpe y sangrienta dictadura cubana ni siquiera finge ya diferenciarse de Videla o Mussolini o si la presumida verba sin contenido alguno de Cristina y sus adláteres tiene la misma vacuidad de la de Firmenich y Cía. que amasaban millones mientras mandaban a la muerte a un manojo de ilusos que no podían siquiera sospechar que sus jefes revolucionarios compartían champagne y negocios con el propio Emilio Massera.

No tiene sentido contar cuantos son los que aterrados ante la posibilidad de tener que trabajar, esforzarse, estudiar y salir a ganarse el pan todos los días, fungen de «marchistas revolucionarios» organizando cortes, tomas, caminatas, quemas, protestas y cualquier circo que sirva para sus únicos dos objetivos: joder al prójimo y garantizar una Argentina fracasada en la  que desaparezca cualquier posibilidad de que se los convoque a algún tipo de esfuerzo.

Comencemos a tapar la boca de los groseros, frívolos, desvergonzados y también torpes e incultos que en nombre de una supuesta ideología que desconocen y de una historia que ni vivieron ni se tomaron el trabajo de estudiar, teorizan en los medios masivos con sonrisa sobradora que pretende comunicar que «si soy progre soy más vivo que vos», olvidando que generalmente ese ningunerado «vos» es un tipo/a con los pies en la tierra que solo quiere hablar de «lo que es» y no de «lo que yo quiero que sea».

Basta…basta; por callarnos y dejar avanzar a estos energúmenos y/o pelotudos es que cada día hay más muertes, más llanto, más miedo.

Basta de dejar que impunemente hablen siempre y tan solo de defender los derechos de los malos...

Basta de permitir que «repartan» riquezas que se generan con el esfuerzo del otro…

Basta de temer que nos señalen como «fachos» tan solo por querer que se respete la ley, se valore el orden y el sentido común.

Basta de aceptar mansamente que el lúmpen humano arrastre de la nariz a la mayoría que trabaja, estudia y se esfuerza.

Basta…tan solo BASTA.