Redacción – La intransigencia de la concejal MaríaAngélica González terminó por ceder. La edil habría aceptado una quita de 5 ctvs. y algunas modificaciones para acompañar con su voto. Una sesión permanentemente interrumpida por pausas febriles de negociación, una barra que insólitamente -y por primera vez en democracia-no estaba habitada por los ruidosas y tantas amenazantes militantes de la UTA, y una concejal del oficialismo que se negaba a votar el aumento del boleto. Sin la compañía de María Angélica González era imposible juntar los 13 votos necesarios para aprobar la antipática medida.
Una tarde de sensaciones raras, versiones, algún que otro apriete y sobre todo de malhumor y nerviosismo en el interbloque de Cambiemos. Su presidente Guillermo Arroyo iba y venía sin descanso tratando de empujar una negociación que a todas luces estaba trabada.
Sobre el anochecer comenzó a crecer la sospecha de que se pediría un cuarto intermedio hasta el viernes o el lunes, para permitir que el tira y afloje se desarrollase en un ámbito de menos urgencia. Pero no fue así; sorpresivamente el oficialismo solicitó la vuelta a comisión del expediente, algo que no aparecía hasta ese momento en los planes de nadie.
¿Qué había pasado?. Tras muchas intentonas se había logrado quebrar la resistencia de González, quien a cambio de una leve rebaja de 5 ctvs. en el precio propuesto, y «algunas otras modificaciones» que nadie pudo explicar anoche, aceptó acompañar el aumento en una sesión especial que presumiblemente será convocada el miércoles.
Como siempre ocurre con este tema, nada está demasiado claro y por supuesto será la gente que, centavos más o menos, deberá afrontar otro golpe a su ya deteriorado bolsillo.
Ese que no sabe de negociaciones, pero presiente que siempre pierde.
