Los argumentos para no votar el aumento a $74 en Mar del Plata se convierten en pretexto para llevarlo a $130 en San Pedro. Solo se trata de impedir y generar caos.
La estrategia del Frente de Todos está demasiado expuesta como para poder maquillarla y hasta sus fanáticos más cerriles buscan ahora, sin encontrarlos, pretextos para esconder las dos realidades que lo marcan como proyecto político: el fracaso en la gestión y la necesidad de arrastrar en ese fracaso a quien no sea de su signo político sin importar el sufrimiento de la gente.
Por eso no extraña que en nuestro municipio rechace con airada indignación el aumento del boleto urbano de pasajeros -aunque el porcentaje votado sea notoriamente menor a la inflación generada por los disparates económicos del gobierno nacional- o la actualización de las tasas que se propone 15 puntos abajo del crecimiento de los precios proyectado para este año, mientras en comuna administradas por intendentes de su mismo palo la realidad parezca muy distinta.
En San Pedro, gobernado por el Frente de Todos, los votos kirchneristas fueron suficientes para fijar la tarifa en $130 y llevar el boleto estudiantil, que aquí es gratuito, a $73,43, tanto para primarios como para secundarios.
Aquí el rechazo del presupuesto -tercera vez consecutiva que se busca privar al intendente del instrumento necesario para gestionar- supone entre otras cosas la imposibilidad de comprar insumos para servicios tales como salud, educación y seguridad. Puntualmente se intentó trabar la compra de patrulleros por parte de la comuna para ser incorporados al sistema de prevención de la ciudad.
Y ni siquiera acompaña el reclamo del intendente Montenegro para que se revea la política de subsidios que castiga al interior provincial para beneficiar a la zona del AMBA. Y poco importa que lograrlo benefcie al vecino: lo prioritario es bombardear la acción del gobierno comunal.
Las dos caras…de los que no tienen cara.
