CAMECO hace saber a la comunidad su preocupación ante el anuncio de aumento de tasas informado por el Intendente Municipal y ratificado por funcionarios.
En tal sentido, esta entidad entiende que «ni los contribuyentes ni los comerciantes y empresarios deben soportar el peso de la carga que implica la presión tributaria, y en concreto la decisión municipal de incrementar los valores para el año 2017. En el caso de los comerciantes recibimos una doble imposición, la de soportar estos aumentos en nuestros establecimientos con las tasas propias vinculadas a la actividad y en nuestros hogares con la Tasa de Servicios Urbanos (TSU)».
Al respecto, entendemos que «el Estado debe ser más creativo en la generación de sus recursos como más eficiente en las erogaciones, por lo que estamos convencidos que se requiere un análisis profundo de gasto». De la misma manera, sostenemos que “esta situación nos obliga a solicitar que se transparenten los gastos corrientes, se analicen las prestaciones de servicios y se mejore en la calidad de los mismos, que en la actualidad lucen deficitarios con calles en pésimas condiciones, falta de luminarias, semáforos que salen de funcionamiento de manera reiterada denotando su falta de mantenimiento, y ausencia del mantenimiento de los espacios públicos”.
Desde CAMECO, afirmamos que «los ciudadanos de Mar del Plata no están en condiciones de pagar este aumento altísimo de tasas, que en algunos casos alcanzará hasta el 200% del valor actual, mientras se soporta una estructura municipal desproporcionada y en muchos casos ineficiente, cuya planta de personal se incrementó en un 120% en las últimas dos décadas, pero que es incapaz de reflejar en los servicios que presta una relación de costo-calidad acorde a lo que exige de parte del vecino».
Finalmente, CAMECO “llama a la reflexión de funcionarios y concejales, a los que les pedimos que corrijan el desfasaje que se presenta en la actualidad, donde los últimos intendentes han tenido que recurrir al financiamiento externo para poder pagar sueldos. Mientras, la ciudad necesita una respuesta sobre la abultada dotación de personal municipal; el gasto que erogan las estructuras edilicias y los valores que se pagan por alquileres y servicios como luz, gas, telefonía fija y celulares; gastos de combustibles y otros insumos; y sobre todo, realizar un análisis sobre: los planteles básicos, la funcionalidad de los agentes en el organigrama municipal, el análisis de las estructuras políticas, el congelamiento de vacantes, el pase a retiro de aquellos agentes que reúnan las condiciones para su jubilación, el estudio caso por caso de quienes se encuentran con carpetas médicas; entre otras medidas».
