Carlos Arroyo: el candidato del «contrapoder» en Mar del Plata

Por José Luis Ponsico (*) – Carlos Fernando Arroyo, 70 años produjo el mayor «batacazo» electoral de las Primarias, según muchos analistas políticos.

El líder de la Agrupación Vecinal (Bloque Atlántica) concejal Carlos Fernando Arroyo, 70 años, nacido aquí cuando caían bombas norteamericanas sobre Hiroshima y Nagasaki, produjo el mayor «batacazo» electoral de las Primarias, según muchos analistas políticos.

Con poco «para perder y todo para ganar», el ex funcionario de la Dirección de Tránsito marplatense se perfila para ganar la Intendencia de Gral. Pueyrredón en el tramo final. «Después de Normandía, ingresaremos a Berlín», con metáfora de la Segunda Guerra.

Un «cruzado» del «Contrapoder», si se analiza derrota del jefe Comunal, Gustavo Pulti, poseedor, hasta aquí del «Poder Real»: relación del Intendente con la Casa Rosada y el gobierno bonaerense en simultáneo.

Arroyo no tiene una estructura partidaria. Es un dirigente con fuerte personalidad y tuvo un discurso coherente contra la violencia que se enquistó en «La Feliz» en los últimos tres años. Nunca antes la delincuencia produjo tantos crímenes en la Ciudad querida por todos.

Entre 2013 y 2014 se conocieron 25 crímenes «en ocasión de robo». En lo que va del año la cifra se acerca al triste récord. En apenas siete meses. El gobierno bonaerense prestó apoyo al municipio. Pero Mar del Plata tiene un índice muy alto.

El concejal «estrella» tuvo un discurso perseverante en torno a lo que muchos califican de «tolerancia cero». En reuniones recordadas en el Concejo Deliberante, Arroyo llegó a proponer «placeros y guardavidas» con portación de armas. En temas de seguridad.

Con él, aporta experiencia el ex dirigente del radicalismo alfonsinista local, José Cano, que dirimió en el ´91, interna de la UCR con Elio Aprile, luego electo Intendente de Mar del Plata, en el´95. El joven Emiliano Giri que acompañó a Francisco De Narváez, se sumó.

Algunos referentes del periodismo marplatense consideran al edil Arroyo, triunfante en la interna con Vilma Baragiola -recuperada en la consideración después del video que afectó su imagen hace un año y medio- es poco menos que «Rambo» de la Ciudad. Un «francotirador».

Arroyo, dedicado a actividad inmobiliaria y tareas reconocida en la docencia, la réplica histórica del profesor Del Valle, famoso en los´60 por su temple «para preparar alumnos», ahora es atacado (Arroyo) por cierto «autoritarismo», cita de los que le temen y está ganando.

No siempre los «batacazos» en Política dieron resultado. Arroyo elogió al notable médico cardiólogo René Favaloro, eminencia en el mundo que no pudo torcer su propio destino: estar afuera de los aparatos partidarios. El desenlace marplatense sigue abierto.

De todos modos, la «clase media» marplatense otras veces mostró una «espina» parecida contra los partidos tradicionales. Aquí, en el´91 ganó Mario Russak, el hombre que llegó muy joven a la Intervención Comunal en plena dictadura. Propuesto por el temido general Ibérico Saint Jean.  En 2007, la elección Presidencial, Elisa Carrió obtuvo triunfo recordado en La Feliz. Ella, diputada que fundó en su camino tres alianzas políticas, también práctica el ejercicio de la crítica sistemática al «Poder Real». Perdió tres millones de votos en ocho años.

Los sorprendidos del Frente para la Victoria, divisiones internas, repitieron una antigua sentencia política: «Mar del Plata, electoralmente, lejos de ser La Matanza, donde un caso como Arroyo no tendría repercusión política, en la esperanza del libre pensador», dicen.

(*) Columnista de la Agencia Télam