Ciertamente Gabriela Cerruti no renunció a nada

Por Dimas J. Pettineroli – La flamante “portavoz” de la Rosada es una puntaltense (la tierra de Norber Degoas) de larga trayectoria en el periodismo y la política.

Lic. Dimas J. Pettineroli

La recuerdo de sus pasadas por Mar del Plata cerca de Carlos Menem.

Curiosamente su biografía en Wikipedia ignora totalmente su trayectoria 1990-92 próxima al riojano

Su última habilidad fue hacerle venderles a los argentinos un título engañoso: “Renuncio a su Banca de diputada”.

Literalmente es así.

Pero le quedaban 60 días de legisladora. Entonces hábilmente cambio 60 días por teóricos 2 años y dos meses de las mieles de Balcarce 50.

Por eso me pareció interesante comentárselos con la consecuente critica al periodismo porteño que se tragó esta nueva píldora edulcorada que les lanza el gobierno de turno.
Cerruti tiene la ventaja de que conoce a todos los del gremio. Y la desventaja de que todos los del gremio la conocen a ella.

Ya vimos a un supervocero, Capitanich, fracasar estrepitosamente. Con conferencias de prensa diarias sin nadie. Hablándole al vacío. Algo inédito en el planeta.

Si quiere disciplinar la difusión de las noticias oficiales, exclusivamente con “las buenas noticias”, su fracaso puede firmarse ya.

Si entra en el ida y vuelta partidista K cuando haya réplicas a sus respuestas, también será arrollada por la repercusión de su sentido autoritario.

Una vocería presidencial es algo profesional y técnico. Cero politiquerías. Es anunciar sin polemizar.

Los que vemos en la Casa Blanca, son el ejemplo a seguir

La Rosca, por más Cerruti que pongan, se filtrará desde adentro y seguirá vivita y coleando.

Saludos a todos. Cariños a las Madres en su día.

Dimaspettineroli@hotmail.com