“Yo no quiero que Aníbal Fernández sea mi Rodríguez Larreta”, dijo ayer Daniel Scioli ante un minúsculo grupo que lo acompañaba, mientras seguía el reñido resultado del ballotage porteño.
Hacia afuera el sciolismo festejó el golpe a Macri, hacia adentro tomó nota de los riesgos imponderables que abre una segunda vuelta.
La persistencia de Macri en imponer a su jefe de Gabinete fue un llamado de atención para Scioli que si bien entiende las diferencias del jefe de Gobierno electo con Aníbal, le explicó a su entorno que ve que ambos son capaces de ganar las primarias pero tienen un techo bajo -mucho más el jefe de Gabinete- que los complica en la general.
Como reveló en su momento LPO, al Gobernador le preocupa que el quilmeño gane las primarias y por la imagen negativa que tiene en octubre le ponga un techo a su boleta en la provincia de Buenos Aires, territorio clave para definir al próximo presidente.
Esta posibilidad no es una fantasía del gobernador sino que forma parte del análisis de buena parte de la oposición que ve crecer sus chances en la provincia, que concentra el 37 por ciento del padrón nacional, si finalmente Aníbal es el candidato oficialista. Es el caso de Massa que como explicó LPO, basa su estrategia en polarizar con el jefe de Gabinete.
La experiencia porteña le dejó otra enseñanza a Scioli: es preferible cerrar la elección en primera vuelta y no arriesgarse a un ballotage que puede reunir el voto bronca a un opositor, como fue el caso de Lousteau. Y para llegar a 45 puntos Aníbal puede ser un estorbo.
Preocupado, Scioli salió ayer al cruce de Macri por sus sorpresivo discurso estatista y hoy respondió con un acto en La Matanza, junto a Domínguez y el compañero de fórmula, el intendente Fernando Espinoza. Tan explicito fue su apoyo que directamente le levantó la mano y afirmó: «Ojalá tengan la suerte que se merecen», después de presentarlos como «una fórmula comprometida» con continuar con su política de policías municipales.
De hecho, la excusa para una nueva foto del gobernador con Domínguez y Espinoza fue el egreso de 600 efectivos de la policía comunal de La Matanza.
El resto de la semana los volverá a encontrar. Mañana al mediodía estarán con Cristina en Cañuelas, para la inauguración de un nuevo tramo de la reparada ruta 6.
El miércoles Scioli partirá hacia Cuba para reunirse con el presidente Raúl Castro. Volverá para liderar el viernes el acto en Parque Norte junto a dirigentes peronistas de todo el país, organizado por Juan Carlos “El Chueco” Mazzón.
Sus incursiones con Domínguez ya se hicieron sentir las últimas semanas. El viernes último lo acompañó en Bahía Blanca y Tres Arroyos, el sábado 11 se sumó a la caravana de La Matanza y el 9 inauguraron una sede UPA en Moreno.
La única vez que coincidieron Fernández y Domínguez fue el miércoles 8, en la inauguración de la terminal de contenedores de La Plata. El jefe de Gabinete venía de criticar con una dureza inédita a Scioli en Bahía Blanca.