CUANDO EL RELATO MATA

El asesinato de otro taxista revive entre nosotros esa “sensación” de inseguridad que a lo largo del país se mide en centenares de muertos, crímenes de una brutalidad inimaginable y miles de delitos que ni siquiera se denuncian ante el hartazgo de los fallos disparatados de una justicia que ya no nos sirve y la convicción de que en la fuerza policial vamos a encontrar más amigos de los delincuentes que del hombre común.

Mientras tanto en todos los niveles de gobierno se sigue insistiendo en un relato absurdo, increíble y grosero que habla de cámaras de seguridad, nuevos patrulleros, más personal y tantas otras cosas que todos sabemos que son mentira.

En determinados horarios el Centro de Monitoreo de General Pueyrredón tiene tan poco personal que un solo operador debe atender 16 cámaras al mismo tiempo.

Así fue que hace pocos días uno de los dispositivos tomó el momento en que una persona era asesinada sin que la jóven que efectuaba el control de monitoreo se diese cuenta. Era imposible….nadie puede prestar debida atención a semejante cantidad de imágenes y no correr el riesgo de que algo se le pase por alto; aún un crimen.

Desde al menos tres comisarías de nuestra ciudad y de dos de localidades cercanas, sus autoridades nos cuentan que a 48 hs de entregarles “los nuevos patrulleros” recibieron llamados desde el Ministerio de Seguridad ordenándoles devolverlos porque tenían que ser “entregados” en otros lugares de la provincia.

¿Sabe Scioli esto?, ¿sabe Pulti acerca de la falta de personal para monitoreo?….¿sabe alguien algo?.

Lo único claro es que vivimos en el medio de la mentira y que la familia de Rubén Cufré, el último asesinado a la espera de otra víctima, si sabe que este honesto trabajador ya no va a volver nunca más a su casa.

Mientras el relato sigue matando…