Cuando la CGT local comenzó a tener perfume de mujer

Debieron pasar años para que la CGT Mar del Plata tuviese en su conducción a una mujer. En pocos meses se cumplirá una década del momento en que Mercedes Morro (UTHGRA) abrió el camino.

Eran tiempos en los que la CGT local bregaba por una unidad que parecía imposible en todo el país. Y aunque para logarla aún faltaban algunos años, la representatividad gremial que se nucleó en torno a aquella conducción marcaba un hito en el ansiado camino que ya se estaba recorriendo.

El 13 de enero de 2010 se eligió al dirigente Daniel Dominguez de UTA como Secretario General de la CGT marplatense. Lo acompañaba como Secretaria Adjunta la entonces titular de Gastronómicos, Mercedes Morro además de Fabián Giovanello (Mercantiles) como Secretario Gremial y en la de Organización Néstor Nardone de Guardavidas.

La lista la completaban Jorge Batimos (Correo), Leonardo Cataldi (Utedyc), Francisco Arcuri (Estaciones de Servicio), Leonardo Cardinalli (Maestranza), Andrés Rodríguez (Viajantes), Antonio Gilardi (Municipales), Jorge Trujillo (Uocra), José Fernández (Sadop), Ramón Vicentella (Sadra), Carlos Vaquero (Pasteleros) y José María Ruiz (UPCN), entre otros. Una representatividad pocas veces conseguida con anterioridad y una circunstancia especial que convirtió a aquella conducción en histórica.

Efectivamente la presencia de Mercedes Morro en la Secretaría General Adjunta representaba la primera vez en la historia del sindicalismo lugareño -y seguramente nacional- en el que una mujer accedía a esa responsabilidad. Pasarían muchos años para que otra mujer, Adriana Donzelli (SADOP) lograse encaramarse en un cargo similar de una organización que como la CGT parecía siempre reservada a los hombres.

Los tiempos siguientes demostrarían además que el papel precursor de la dirigente de gastronómicos no sería meramente testimonial. En pie de igualdad con sus pares de Comisión Directiva Morro supo enfrentar momentos difíciles, en los que la voz sindical debió levantarse ante el creciente deterioro social y a la vez encontrar el margen necesario para la negociación que preservara los intereses de los trabajadores.

En estos tiempo de reivindicación de la mujer como protagonista de todos los aspectos de la vida argentina y en un pie de igualdad con el hombre, es bueno recordar a quien abrió el camino de la representatividad femenina en la cúpula cegetista lugareña.

Y que marcó una ruta sin retorno que hoy tiene continuidad en la actual conducción y ya no es vista como un hecho excepcional.