Cuando se quiere imponer un culpable

(Escribe Adrián Freijo) – La decisión de la jueza uruguaya de liberar al principal sospechoso de la muerte de Lola  Chomnalez vuelve la investigación a fojas cero.

El plazo perentorio que la legislación de ese país otorga a un magistrado para mantener la privación de la libertad de una persona por no más de 48 hs. podría hacer pensar que Hernán Tuzinkevich y su pareja Claudia Fernández siguen siendo los principales sospechosos y que la jueza se dispone a acopiar ahora las pruebas necesarias para volver a dictar un auto de prisión.

Sin embargo todo indica que esto no es así.

Una de las partes de la disposición de libertad es suficientemente clara como para sostener lo antedicho: en su resolución la Dra. López resuelve permitir a los hasta ese momento imputados abandonar el país y volver libremente al de orígen.

Son tan estrictas las normas de extradición de nacionales -algo que debería ahora pedir la justicia del país vecino para obligar al matrimonio sospechado a volver allí si se negaran a hacerlo voluntariamente- que es impensable que esa autorización hubiese sido posible si alguna duda se tenía sobre la responsabilidad penal que les pudiese caber.

Ante la mínima duda los habría dejado en libertad con la expresa prohibición de ausentarse del radio del tribunal y los hubiese sometido a un régimen de comparencia y a una custodia policial. Si nada de eso ocurrió es porque a esta altura de la investigación existe la convicción de que nada tienen que ver con el homicidio.

En el editorial de hoy de LIBRE EXPRESIÓN hablamos del triste papel de la prensa argentina que, entre muchos otros disparates de forma en el ejercicio de la profesión, cometió uno mucho más grave y de fondo que fue resolver que el pastelero era el asesino, con las mismas bases probatoria con las que en su momento decretó que el padrastro era el asesino de Angeles Rawson.

Pero gracias a Dios la justicia es mucho más seria que la pelea por el rating y es claro que los sospechosos han podido demostrar su absoluta desvinculación del hecho.

Un hecho que lamentablemente vuelva ahora a fojas cero en lo que tiene que ver con su esclarecimiento, quedando la sensación que la orientación primaria de la investigación fue equivocada y que las posibilidades del autor/es del homicidio de escapara del lugar han crecido mucho debido a ello.

Pero algo es claro: para la jueza la teoría del «círculo íntimo» ha quedado por ahora totalmente descartada.