Cuba: la gente protesta y el régimen se endurece

En medio de una extendida crisis económica y sanitaria el gobierno cubano decidió prohibir cualquier manifestación opositora. Las marchas comenzaba a generalizarse y el régimen quiere cortarlas.

 

El gobierno de Cuba prohibió hoy una marcha opositora prevista para el 15 de noviembre por considerar que sus promotores quieren impulsar un cambio de régimen y algunos tienen vínculos con Washington, se informó oficialmente, y la decisión fue rechazada por grupos de oposición locales y Estados Unidos.

«Los promotores y sus proyecciones públicas, así como los vínculos de algunos con organizaciones subversivas o agencias financiadas por el gobierno estadounidense, tienen la intención manifiesta de promover un cambio de sistema político en Cuba», señaló el gobierno de la isla en respuesta a un petitorio para realizar esa marcha publicado en el sitio oficial.

La manifestación anunciada «cuyo esquema organizativo se concibe simultáneo para otros territorios del país, constituye una provocación como parte de la estrategia de cambio del régimen» para Cuba, agregó la respuesta, que destacó el carácter constitucional e «irrevocable» del sistema socialista cubano.

La misma respuesta se dio tanto en La Habana como en las otras siete de las 15 provincias de la isla donde se había solicitado autorización para una manifestación «contra la violencia» y por el «cambio».

«Siempre cualquier cosa que el cubano haga, van a decir que se le ocurrió a alguien en Washington», dijo en La Habana el dramaturgo Yunior García, organizador de la manifestación en la capital y líder del grupo Archipiélago, que reúne a jóvenes artistas e intelectuales y agrupa a más de 25.000 cubanos en Facebook contrarios al gobierno de Cuba.

Inicialmente, Archipiélago había convocado a la marcha para el 20 de noviembre, pero el viernes pasado anunció que la adelantaría para 15 debido a que el gobierno decidió la semana pasada declarar la primera fecha como el Día Nacional de la Defensa.

«No podíamos ser irresponsables, nosotros no queremos violencia, no queremos que los cubanos se enfrenten y no podíamos lanzar a los manifestantes a enfrentarse con un ejército en la calle que podía reaccionar de forma violenta», indicó García, que explicó que lo «más sensato era adelantar la marcha», según la agencia de noticias AFP.

Luego de que la protesta quedara prohibida, García dijo que iban «a consultar a los miembros de Archipiélago» y a «tener una reunión» para decidir el camino a seguir.

El antecedente de la marcha está en las inéditas protestas del pasado 11 y 12 de julio en medio centenar de ciudades cubanas, que dejaron un muerto, decenas de heridos y varios detenidos.