Dijo el General Arroyo: «La desorganización vence al tiempo»

RedacciónTodo lo que era malo es ahora bueno, lo que no había que hacer se convierte en objetivo irrenunciable, lo ilegal es legal y lo que se criticaba hoy se imita. Desdoro, mentiras y pretextos.

“En lo personal, dada mi formación profesional, siempre estuve de acuerdo con la existencia de una policía local. Y en este caso concreto -dado que tuvimos mucha suerte con la jefatura que les tocó y se formó en la anterior gestión- tuvo un mando de primerísimo nivel. Tanto Telpuk, como Lencina o Laura Rodríguez han llevado a cabo un trabajo impecable”, agregó.

Si a usted le dicen que quien así habla votó en contra de la creación del cuerpo y afirmó tajante que «asumo el domingo y el lunes quiero la renuncia de Telpuk arriba de mi escritorio», seguramente dirá que le están mintiendo. Pero no es así; Carlos Arroyo levantó la mano siendo concejal para rechazar la formación del cuerpo y descalificó al jefe elegido por la anterior gestión de quien dijo que no estaba capacitado para conducir la fuerza.

A poco de llegar al gobierno Carlos Arroyo denunció penalmente al ex intendente Gustavo Pulti por utilizar descubierto bancario para afrontar el pago de sueldos. A poco de andar echó mano al mismo mecanismo -cosa que hace hasta la actualidad- pagando cuatro veces más interés que su antecesor. ¿Era delito?…¿y entonces?. Será cosa de empezar a sospechar que los alegres denunciantes deben estar rezando para que la justicia resuelva que Pulti no cometió delito alguno; de otra manera solo será cuestión de tiempo hasta que los sentados en el banquillo sean ellos mismos.

«Es una clara demostración de corrupción la cantidad de cargos políticos que tiene Pulti» dijo quien por entonces pretendía ser la imagen de la sobriedad y transparencia. «Yo voy a gobernar con solo 5 ó 10 funcionarios que no sean de carrera», adelantó.

En apenas dos años más de 100 funcionarios políticos, la gran mayoría familiares, amigos y allegados, con sueldos que superan largamente los de los máximos directivos de las empresas privadas más exitosas, son el triste resultado de la desvergüenza, la mentira y el uso salvaje de los fondos públicos para atender intereses privados. Tal vez no sea un delito…pero da asco.

El hombre suele ser esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios. Aunque nada de ello será posible si ese hombre no tiene principios, dignidad ni moral. Y cree seriamente que es el dueño de toda la razón del universo.

Para ser más claros: si ese hombre es un enano.