(Escribe Dimas Pettineroli)-Uno de los Seminarios más demandado por políticos y gobernantes es COMO HABLAR CON LA PRENSA, que decir y que no decirle a un periodista. El próximo 22 estaré hablando sobre este tema en Mar del Plata
Durante muchos años de profesión y ahora como observador calificado veo que tanto oficialistas como opositores se quejan de los medios. Cristina responsabiliza a Clarín-La Nación y sus derivados, Lanatta. La oposición a 6-7-8, Víctor Hugo y las ramificaciones K. Lo que ninguno de los actores se hace la pregunta esencial que enseñamos a resolver: ¿Qué estaré haciendo mal para que me pase esto?
La RESPUESTA ES SIMPLE. Deben aprender a comunicarse. Deben educarse, y capacitar a sus voceros, para generar mensajes aptos y entendibles para la mayoría. Sustanciosos, creativos. Y sobre todo no aburridos.
Los cercos mediáticos existentes en todas las sociedades modernas, exceptos las comunistas que tienen un único canal de información extremadamente realista, se logran vulnerar con creatividad, acción y un gran manejo de las redes sociales, y otras herramientas que les planteamos y que están al alcance de la mano de cualquier ciudadano.
Enseñamos a no tenerle medio a los periodistas. Y demostramos que los medios no ponen Presidentes. Sino Magneto (se su nombre porque el oficialismo lo nombra cada 5 minutos) seria jefe de estado. O el dueño del New York Times, presidente de los Estados Unidos. Y no es así. Aunque lo desearan. No hay dueños de periódicos del interior, Intendentes.
Los medios si instalan candidatos y pueden destruirlos, también. Esto también es verdad y hay muchos ejemplos.
Lo que también le decimos es que los intereses en una entrevista son diferentes entre un vocero y un periodista. Y esto no generalmente no lo entienden. El periodista busca la verdad, robarle a su entrevistado lo que quiere ocultar. Y eso no lo hace “enemigo”, ni “tarifado”, ni nada por el estilo. Es solamente su rol social.
Y el periodista debe entender que el político no hablara nunca de lo que no le conviene. Y eso debe aceptarlo. Son las reglas del juego democrático.
La tecnología ha modificado los hábitos de comunicar y de informarse. Notamos atraso en Argentina y un pobre uso de las redes. El 2015 será revolucionario en materia de difusión proselitista. Es posible aterricen asesores con experiencias exitosas recientes que pondrán al día el sistema.
Ah, por las dudas, las elecciones no se ganan por Twitter. Ni SMS. Son instrumentos positivos que suman. Solo eso.
Un abrazo desde el Caribe.
Dimas Pettineroli
dimaspettineroli@hotmail.com