Guillermo se quejó del trato que recibieron su esposa y su hija en el crucero en el que viajaban. «Le negaron la historia clínica de mi mujer al embajador», detalló
En diálogo con el canal de noticias desde el sanatorio Finochietto, donde Ana María Arroyos se encuentra internada tras su llegada al país, Guillermo, su marido, dejó en claro su descontento para con el personal del crucero en el que iban su esposa y su hija, y que decidió dejarlas en Kingston, Jamaica, tras un malestar.
Anoche llegó a la Argentina y fue trasladada inmediatamente al hospital
«Ha pasado 10 días en coma y deberá pasar otros diez días para recuperarse», contó el marido de Ana, que ahora quedará internada en el Sanatorio Finochietto.
«Abrió los ojos, pero está muy muy dopada. Está respirando un 50 por ciento ella y el otro 50 por ciento asistida. Lo que más nos preocupa es la infección de sus ovarios, porque «si no se controla, Ana se muere».
«La intención del capitán fue bajarla», manifestó el hombre desde el nosocomio, quien además agregó que ya pidió «constancia del motivo» por el que su mujer fue bajada del barco, agregando inclusive detalles que hacen la situación todavía más rara para un pasajero que se descompensa en medio de un viaje: «fueron bajadas por la fuerza y esposadas», detalló.
«Los médicos del barco no extendieron una constancia», manifestó en este sentido Guillermo, quien explicó que Ana María fue trasladada con un cuadro de peritonitis, pero que «en Kingston no pudieron decir cuál fue el inicio del cuadro que casi la llevó a la muerte».
«Hubo falta de respeto» y «sólo les interesaba el dinero», lanzó, antes de sumar a su relato el hecho no menor, de que al embajador argentino le negaron la historia clínica de Arroyos.
