El caso de la enfermera de Playa Serena: explicar lo inexplicable

Un comunicado de la Secretaría de Salud pretende disfrazar la prepotencia de su titular. Blanco jamás podrá entender el respeto debido a un trabajador y a una mujer en especial.

La Secretaría de Salud de la Municipalidad de General Pueyrredon, a cargo del Dr. Gustavo Blanco, emitió un comunicado en relación a la agente municipal que se desempeñaba como coordinadora en el Centro de Atención Primaria de Salud (CAPS) de La Serena.

 Por el mismo se informó que  «ha dispuesto el cambio en la coordinación del Centro de Salud de La Serena, acción que está enmarcada dentro de la Ley Orgánica de las Municipalidades (LOM) –y cuyo decreto firmado por el exintendente Pulti y el exsecretario de Salud Alejandro Ferro, entre otros se adjunta-   ya que ésta normativa contempla que los coordinadores pueden estar por períodos de dos años en el cargo y, luego, pueden ser reemplazados o reafirmados en el mismo».

Más allá de la ya risueña costumbre de tratar de explicar todo en la gestión anterior -lo que en este caso toma visos de comedia escrita de apuro- lo que debería haber explicado el omnipotente funcionario es la relación existente entre el disenso planteado por la trabajadora de la salud con sus políticas, lo que «casualmente» derivó en un cese inmediato en sus funciones.

La coordinadora –la agente municipal Luisa Sendra– se desempeñó como tal durante 14 años y actualmente está en un proceso pre-jubilatorio, motivo más que suficiente como para que se hubiese aplicado el tacto y la educación si por algún motivo la medida hubiese sido inevitable.

«Este tipo de cambio es habitual, de hecho, en lo que va de la gestión del Dr. Gustavo Blanco al frente de la Secretaría de Salud, se han reemplazado cuatro coordinadores de los Centros de Salud Nº 2, Las Américas, Ameghino y Santa Rita sin que se haya generado ningún conflicto porque se trata de una potestad del departamento Ejecutivo de acuerdo al artículo número 3 del decreto» afirma procurando ignorar que lo que en este caso indignó a propios y extraños fue la convicción de la represalia y las formas propias de un patotero.

 «Asimismo, se informó que la agente continuará desempeñándose como enfermera en este Centro de Salud» termina diciendo el comunicado, tratando de esta forma de calmar los ánimos de un barrio que reclama en pleno la continuidad de la funcionaria. Una forma propia de Poncio Pilatos de tratar de arreglar las cosas sin aparecer como «cascoteado».