El Concejo insiste en cuestiones que lo alejan de su verdadera función

Por Adrian Freijo26% de desocupación, pobreza estallada, pandemia, inseguridad pública y tantas cosas en las que la gente espera respuestas. Pero no, para nuestros ediles el tema es Venezuela.

Hace pocos días los marplatenses asistimos al hundimiento de dos proyectos presentados por un bloque político opositor que podía representar un paso adelante en la necesaria estrategia de vincular la crisis sanitaria con la económica y dejar atrás la malhadada idea de obligarnos a elegir entre una u otra. Pero la mezquindad política, desplegada sin decoro alguno en el recinto, terminó con esa posibilidad sin tener en cuenta la necesidad que la gente tiene de respuestas.

Enumerar los temas comunes que esperan del Concejo alguna solución que supere lo retórico sería tediosos. Sea verdad o no, el ciudadano percibe desde hace años que ese cuerpo colegiado -que además representa un esfuerzo presupuestario nada desdeñable para el contribuyente local- vive a espaldas de la realidad cotidiana, abocado a una agenda que no es la de la gente y perdido en agotadoras contiendas dialécticas, protección de ambiciones personales y un desvaído papel de trampolín de candidaturas que lo alejan de la realidad cotidiana.

Y aunque en su composición siempre aparezca aquel que destaca por su sensibilidad social o por abocarse a cuestiones atinentes al carácter de representatividad que tiene el cuerpo, la imagen general del Concejo dista mucho de ser la de ese sitio en el que el vecino puede encontrar respuestas a sus problemas.

Ahora, con tantos temas acuciantes por resolver, nuestros concejales se abocan a discutir si la posición argentina frente al informe de la ONU que indica graves violaciones a los derechos humanos en Venezuela es correcta o incorrecta. En buen romance, se mete en una interna del Frente de Todos a nivel nacional y/o busca sacar ventaja para Juntos por el Cambio de la mano del proyecto presentado por Guillermo Volponi.

Sol de la Torre de Patria Grande, una de las organizaciones integrantes del Frente de Todos, emitió un comunicado afirmando que “repudiamos la posición asumida por la Cancillería Argentina en la ONU contra el pueblo venezolano que contribuye a la política injerencista de Estados Unidos”, en lo que pareció una respuesta a la pretensión del hombre del PRO quien presentó un proyecto de resolución para que el Concejo Deliberante rechace las declaraciones públicas del embajador argentino ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Carlos Raimundi. Juegos ideológicos que a esta altura de las cosas hasta parecen infantiles…

Un enfrentamiento berreta, extemporáneo y hasta frívolo si se tiene en cuenta la necesidad que los vecinos de Mar del Plata y Batán tienen de respuestas urgentes a necesidades no menores.

¿Cuándo entenderán los concejales el verdadero sentido de sus mandatos?, ¿cuándo pondrán por fin el carro detrás de los caballos?. ¿Qué dirían como ciudadanos si la Cámara de Diputados o el Senado se abocara a discutir el funcionamiento del semáforo de Luro e Independencia o la ha bilitación de una despensa de barrio?.

Por favor…concejales a sus cosas.