La consultora intenta calcular las consecuencias del caso del momento en el electorado. Coincidencias que preocupan en La Plata.
Las principales encuestadoras viven jornadas frenéticas. Todo el arco político quiere conocer los efectos en el electorado que genera el desarrollo del caso Nisman en un año de campaña cuyo cronograma arranca este fin de semana con la interna de las elecciones municipales de Mendoza.
Anoche llegó hasta el búnker del Pro un dato que implicó festejos para nada disimulados: Poliarquía habría detectado un retroceso en la intención de voto de Daniel Scioli para la presidencia, así como también un incremento en el caudal de Mauricio Macri. El entusiasmo hay que entenderlo en el marco de que la consultora trabaja, ya sin mucho secreto en el microclima político, para el gobernador. Es tal la conexión, que el diario La Nación podría prescindir de sus servicios para sus encuestas dominicales que comenzará a publicar después de julio.
El foco del relevamiento de Poliarquía parte de la base de que Scioli, al igual que Sergio Massa, implican escenarios de continuidad con algunos retoques que generaran mayor institucionalidad y buen clima de inversión. Macri en cambio representa una disrupción mucho más contundente.
Al parecer en el mes de diciembre la continuidad primaba sobre la disrupción. Debe considerarse que no hubieron saqueos y tampoco grandes dramas energéticos. Pero la muerte de Nisman habría causado poderosos efectos en las capas medias que también desaprobaron la postura presidencial. Por eso la disrupción (Macri) comenzaría a ganar terreno.
Debe decirse: ese efecto puede ser fugaz. Todo depende de cómo siga el caso y en gran medida de la marcha de la economía que si bien está lejana a las turbulencias (Alejandro Vanoli ya ha prometido que este año no habrá devaluación) no consigue salir de la recesión signada por poca o nula inversión y la casi ínfima creación de puestos laborales.
Los visos de espionaje que tiene la causa Nisman también favorecerían a Macri porque el mismo los utiliza para proyectarse como una víctima de las internas de la SIDE. El jefe de Gobierno les atribuye un rol central en la causa de las supuestas escuchas por las cuales todavía está procesado.
Estos datos coinciden con otro informe, pero que se hizo público, desarrollado por la consultora de Carlos Fara que dice que en los encuestados ubican al Gobierno como principal responsable de la muerte de Nisman. Recien en tercer lugar aparece la SIDE.
El año pasado Poliarquía estuvo en el seno de todos los corrillos cuando Sergio Berenztein dejó la empresa que el Gobierno tiene en la mira desde que conocieron el dato de que habría prestado algún servicio a los holdouts.