Las imágenes del estadio de Belgrano de Córdoba con la evidente violación del aforo del 50% de público autorizado vuelven a poner en evidencia una dirigencia miserable y una actividad impune a todo.
En el primer día del regreso del público a las canchas del fútbol argentino con un aforo permitido del 50%, imágenes y videos del partido de Belgrano y Deportivo Riestra mostraron las tribunas del estadio del «Gigante de Alberdi» repletas de hinchas sin distanciamiento social.
Durante el desarrollo del partido las filmaciones registradas por los mismos asistentes se viralizaron en las redes y varios usuarios pusieron en duda el cumplimiento de la medida impulsada por el Gobierno Nacional.
No es la primera vez que el fútbol se muestra descaradamente como una actividad por sobre la ley misma y ya es imposible disimular que esa impunidad viene de la relación con el poder, el manejo de verdaderas organizaciones ilegales llamadas pomposamente «barras» y que no son otra cosa que grupos al servicio del tráfico de estupefacientes, el apriete a adversarios políticos, la organización de manifestaciones partidarias y muchas otras actividades delictuales y semi delictuales protegidas por los padrinos políticos de todos los colores.
Pero nada de lo ocurrido puede sorprender: todos sabíamos que, una vez vuelta la gente a los estadios, se repetirían los mismos vicios, las mismas violencias e idéntica cobertura a sus responsables.
Poco importa entonces que haya normas vigentes y mucho menos que las mismas estén vinculadas a algo tan delicado como la salud pública. El negocio debe continuar y el precio que por ello se pague siempre será exiguo frente a los dos valores supremos del presente nacional: el poder y el dinero…para algunos.
El fútbol argentino en su máxima expresión…
