Cercada por los hechos y por la incoherencia del relato oficial, la Presidente sostiene ahora que la muerte de Nisman fue un homicidio. Temor oficial.
Un cambio absoluto de relato. Si alguien leyese la carta que publicó la mandataria hace 48 hs. y las afirmaciones de hoy, no podría creer que se trata de la misma persona.
Pero es que en ese lapso de tiempo la «historia oficial» se cayó en pedazos y dejó en evidencia una mentira que ya no se sostiene por sí sola.
Una vez más, la presidente Cristina Kirchner prefirió referirse al caso Nisman a través de las redes sociales. La mandataria publicó una extensa carta en su blog personal y su community manager se encargó de repetir los párrafos más destacados en Twitter.
Cristina Kirchner dice que está convencida de que la muerte de Nisman «no fue un suicidio». Para ello, replica los testimonios de las últimas personas que tuvieron contacto con el funcionario judicial horas antes de su muerte. «¿Por qué se iba a suicidar alguien que siendo fiscal gozaba, él y su familia, de una excelente calidad de vida?», es una de las preguntas que realizó la mandataria.
La misiva presidencial introduce una mirada novedosa. Hasta hoy el secretario de Seguridad, Sergio Berni, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el secretario General de la Presidencia, Aníbal Fernández, habían abonado la teoría del suicidio. La propia jefa de Estado habló en esos términos en la carta publicada el lunes 19 de enero. «¿Que fue lo que llevó a una persona a tomar la terrible decisión de quitarse la vida?«, se preguntaba por entonces la jefa de Estado.
Luego de que surgieran nuevas sospechas en la causa judicial y que se cayeran varios de los indicios que apuntaban a la idea de que Nisman se quitó la vida en la mañana del domingo, Cristina Kirchner realiza una serie de interrogantes y hasta pone bajo la lupa el accionar de las fuerzas de seguridad que dependen del Gobierno. Por ejemplo, la mandataria se preguntó: «¿Cómo se permitió el ingreso al lugar donde estaba el cuerpo del Fiscal Nisman a un médico privado de una obra social antes de dar cuenta al Juez, a sus superiores, a los forenses?»
La Jefa de Estado está convencida ahora de que a Nisman «le plantaron pistas falsas» en el marco de una «operación contra el Gobierno». «Nisman no lo sabía y probablemente no lo supo nunca. La verdadera operación contra el Gobierno era la muerte del Fiscal después de acusar a la Presidenta, a su Canciller y al Secretario General de La Cámpora de ser encubridores de los iraníes acusados por el atentado terrorista de la AMIA», indicó la mandataria en uno de los párrafos de la misiva.
Cristina Kirchner acompañó la publicación con imágenes de la tapa del 21 de enero del Buenos Aires Herald, la captura de las últimas conversaciones por chat del fiscal y la foto del escritorio de trabajo de Nisman que reprodujo el vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolff. Además aludió a columnas de opinión de distintos periodistas.
Cambio de rumbo buscando una salida
La misma Cristina que aseguraba hasta hoy que se trataba de un suicidio empuja ahora la versión del homicidio y lo hace, como siempre, como si nada hubiese dicho antes en sentido contrario. La doble personalidad enfermiza de la mandataria queda así en triste evidencia:
«¿Por qué se iba a suicidar alguien que en su chat explica que la tenía pensada hace tiempo pero que la había tenido que adelantar? ¿Tal vez lo hicieron venir por lo ocurrido en Francia? ¿O estaba pensada para la campaña presidencial? ¿O tal vez se adelantó por los cambios efectuados en la Secretaría de Inteligencia?
¿Por qué se iba a suicidar alguien que el sábado a las 18.27hs le envió una foto a un Wolff, miembro de la DAIA, de una imagen de su escritorio donde se ven papeles y resaltadores, y le aseguraba que se estaba preparando para la reunión del día lunes en Diputados? El propio Wolff expresa textualmente: «Le escribí para consultarle sobre quién debía levantar el secreto de sumario sobre los miembros de los servicios de inteligencia. El me respondió que quien lo tenía que hacer era el Secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli y me envió una foto del escritorio en el que estaba trabajando».
¿Por qué se iba a suicidar si no sabía que era falsa la información que estaba en el informe? Estas respuestas seguramente las podrán dar quienes lo convencieron de que tenía en sus manos «la denuncia del siglo» proporcionándole datos falsos».
Nuevo enemigo: la jueza
No pudiendo en este caso encontrar forma alguna de acusar a Clarín y a los grupos concentrados, la mandataria la emprende contra la jueza del caso en lo que parece ser una forma de «abrir el paraguas» ante la eventualidad de un avance de la investigación que pueda comprometerla:
«Interrogantes estos y otros que deberán ser investigados por la jueza y la fiscal de la causa. Si, ya se. Llegaron a mí la publicaciones en Twitter y Facebook de la Jueza interviniente. Manifestaciones no solamente de neto corte opositor hacia el Gobierno Nacional, sino que diría hasta ofensivas hacia la figura presidencial que revisten mayor gravedad proviniendo de una funcionaria pública de otro Poder. Dicho sea de paso, también tuvo expresiones hacia su propia institución cuanto menos, poco felices.
Pero lo que más me inquieta es que es la misma Jueza que trató la causa del «suicidio» de Lourdes Di Natale, ex Secretaria de Emir Yoma, quien lo denunció por pago de coimas y fue una figura clave en la venta ilegal de armas. La causa se cerró y Lourdes sigue «suicidada», termina Cristina su larga misiva.