Vuelto de urgencia a la capital el juez Ariel Lijo dispuso que todas las grabaciones y pruebas que estaban en poder de Nisman sean resguardadas en su despacho.
El juez federal Ariel Lijo adelantó su regreso y levantó la feria judicial para empezar a tratar la denuncia presentada por el fallecido fiscal Alberto Nisman contra Cristina Fernández y el canciller Héctor Timerman, entre otros. Apenas llegó a su despacho ordenó medidas urgentes: que las pruebas en las que Nisman basó su denuncia por encubrimiento sean resguardadas, y que todo el material que hay en la fiscalía -más de 300 CDs de audio con conversaciones telefónicas- sea conservado en su juzgado.
Tras la repentina y sospechosa muerte del fiscal Alberto Nisman, el juez federalAriel Lijo adelantó su regreso y levantó la feria judicial para empezar a tratar la denuncia contra la presidente Cristina Fernández, el canciller Héctor Timerman, el diputadoAndrés ‘Cuervo’ Larroque y los piqueteros Luis D´Elía yFernando Esteche.
Este mediodía Lijo llegó a su despacho del tercer piso de los Tribunales de Comodoro Py e inmediatamente ordenó que uno de sus secretarios, Javier Arzubi, se encamine a la Fiscalía Especial del Caso AMIA que estaba a cargo del fallecido Nisman.
Lijo tomó medidas urgentes: determinó que las pruebas en las que el fiscal Nisman basó su denuncia por encubrimiento sean resguardadas, y determinó que todo el material que hay en la fiscalía -más de 300 CDs de audio, donde se hallan grabadas las conversaciones telefónicas que sirvieron de sostén para su denuncia- sea conservado en su juzgado.
La semana pasada Nisman presentó ante el juzgado de Lijo la denuncia- de 289 carillas- que implicaba a la Presidente, entre otros, en una maniobra de encubrimiento en cuanto a la responsabilidad de Irán en el atentado a la AMIA.
La jueza María Servini de Cubría -que reemplazaba a Lijo la semana pasada- decidió no habilitar la feria judicial para darle trámite al caso. Ahora Lijo regresó de su licencia y tomó estas medidas.