«Al Frío del Instinto», el esperado material del cantautor y pianista marplatense Juan Robles, sacude la escena del rock vernáculo con su capacidad magistral de reflejar de manera visual y poética la belleza de lo urbano y lo humano que se manifiesta en lo cotidiano.
Con una voz tanguera por definición con seductores matices que muestran su versatilidad, Juan Robles encanta con sus temas en el sentido literal del poder de encantamiento aportando su mirada de la sociedad con frescura y verdad.
Canciones como «Babilonia» y «El Gladiador de Montserrat» dan en el blanco en la primera escucha y resultan efectivamente entradoras con la sonoridad justa de cada palabra entrelazada en cada frase.
Siempre elevando la vara compositiva, «Al frío del Instinto» (tema que da nombre al disco) se presenta como una canción épica con letra que va profundo y un vuelo musical exquisito.
En un disco con concepto que deja entrever un hilo conductor, la poesía, la riqueza musical y la intención en la interpretación, hacen que la magia suceda. Como en «No me dejés de mirar» donde la dulzura y la fragilidad quedan expuestas al servicio de una melodía que cala hondo.
Con apenas 20 años, Robles trae aires de rock del bueno de antes creando en esta época una mixtura sorprendente que remite a las mejores composiciones de Charly García, Fito Paéz, Luis Alberto Spinetta, Andrés Calamaro, Pedro Aznar y más, pero con su magnética impronta personal.
Después de «Perspectiva Buksed», disco grabado en vivo en El Argentino Bar, y el ineludible «Tambores de Arena», llegó «Al Frío del Instinto», el gran lanzamiento musical del año que gracias al talento artístico de Juan Robles conforma un universo musical de postales de urbanidad y humanidad que hacen del mundo un lugar un poco más bello.
